Clima preelectoral ante la previsible confirmación de la inhabilitación de Torra
La sentencia del Supremo preconiza el futuro judicial del 'president' y dos escenarios de campaña: Junqueras en la cárcel y Puigdemont en la Eurocámara; ¿cuál es el más ventajoso?
10 enero, 2020 00:00El revés judicial sufrido por Oriol Junqueras, que no podrá tomar posesión de su escaño de eurodiputado, preconiza una inminente confirmación de la inhabilitación de Quim Torra, lo que abocaría a Cataluña a unas elecciones catalanas anticipadas. De hecho, los últimos movimientos de las formaciones independentistas van en ese sentido: en el de preparar el terreno de unos comicios anticipados con dos escenarios de campaña muy definidos: Mientras el líder de ERC permanece en la cárcel --y a lo sumo obtendría un régimen semiabierto--, Carles Puigdemont ejercería sus funciones de eurodiputado en Bélgica. Una situación que ambos rivales políticos, que no podrán ser candidatos a la presidencia de la Generalitat, intentarán exprimir al máximo en favor de sus respectivos partidos. Pero ¿cuál es el más ventajoso?
El Tribunal Supremo (TS) hizo valer su propio criterio --lo que fue calificado por los republicanos como un Brexit judicial-- e ignoró ayer el parecer del Tribunal de Justicia de la UE, que reconoció su inmunidad parlamentaria en el momento de ser elegido, cuando todavía no había sido condenado por el procés. Entiende el Alto Tribunal, en el que delegó la Justicia europea, que esa inmunidad quedó sin efecto cuando el político republicano fue condenado --la sentencia es firme-- a 13 años de prisión por sedición y malversación, así como otros 13 de inhabilitación para cargo público por su implicación en el 1-O.
De esta forma, el TS hace valer la doctrina que, desde siempre y con pocas excepciones, había sostenido el Parlamento europeo, esta es, que la potestad para otorgar o retirar la inmunidad a los cargos condenados corresponde a los Estados miembros.
En medios judiciales no se esperaba una sentencia diferente, pero el independentismo ha bramado contra el Supremo y anuncia que presentará todos los recursos posibles.
Clasificación penitenciaria
Junqueras, por tanto, seguirá en la cárcel. Precisamente ayer, los servicios penitenciarios de la Generalitat confirmaron la clasificación en segundo grado de los condenados por el referéndum del 1-O. Es decir que, de momento se descarta adjudicarles un régimen semiabierto. A no ser que se utilice la 'vía Oriol Pujol' --condenado por el caso ITV-- en base al artículo 100.2 de la ley penitenciaria, que contempla un regimen de salidas más restringido que el tercer grado.
Permanezca o no recluido, lo cierto es que ERC ha sabido jugar bien sus cartas hasta ahora, pactando la investidura con el PSOE a modo de inversión de futuro --la opción de un tripartito en Cataluña entre Esquerra, Comuns y PSC sube enteros--, al tiempo que no ahorraba reproches a un Gobierno español que ha judicializado el procés. Dicho de otra manera, Junqueras cumple condena, pero el mensaje de reconciliación lanzado desde la cárcel apuntala su posición como fuerza centrista en Cataluña.
Por su parte, Puigdemont y Toni Comín tienen un importante altavoz en la Eurocámara, donde insistirán en que las democráticas instituciones son europeas, mientras que el Estado español es opresor. Se trata de dirigentes fugados de la Justicia española que, a pesar de su inmunidad, no se atreven a poner un pie en territorio español. Su renuncia al escaño en el Parlament supone soltar lastre de la candidatura que Junts per Catalunya presentará en esos comicios catalanes. Se desconoce quién será el cabeza de lista, aunque Laura Borràs es considerada por sus compañeros de filas como presidenciable.
Salvado 'in extremis'
Lo que está claro es que Quim Torra tiene muy difícil repetir. El pasado sábado se salvó in extremis de ser privado de su escaño parlamentario --las normas catalanas obligan al presidente de la Generalitat a ser diputado--, entre otras cosas porque la resolución de la Junta Electoral Central a favor de su inhabilitación exprés no era firme. Pero ayer, el Supremo dejó claro por dónde van los tiros, pues desestimó asimismo la medida cautelarísima presentada por Junqueras, en la que reclamaba la suspensión del acuerdo de la JEC que anuló su mandato como eurodiputado.
Mucho se ha hablado sobre la posibilidad de que, una vez inhabilitado, Torra intente impedir que Pere Aragonès, vicepresidente del Govern, asuma sus funciones. Lo haría de forma provisional, a la espera de que el Parlament vote a sus sucesor y, en caso de no lograr una mayoría --en esa sesión se visualizaría el músculo prelectoral de los candidatos de cada partido, así como sus aliados--, se convocarían elecciones.