El Síndic de Greuges consiguió detener temporalmente el plan urbanístico que amenazaba el pueblo de veraneo de Das (Girona), donde tiene un chalé. Rafael Ribó, muy polémico esta semana por unas declaraciones xenófobas sobre las listas de espera sanitarias en Cataluña, liquidó la ampliación del aeródromo de La Cerdanya en menos de un mes. Otras actuaciones abiertas por su oficina se demoran años.
Según indica la documentación del expediente del Plan Director Urbanístico del aeródromo de La Cerdanya (PDUAC) a la que ha accedido este medio, el Síndic de Greuges recibió las quejas de los alcaldes de Das y Fontanals de Cerdanya, los dos municipios afectados por la obra, el 1 de abril de 2016. El 2 de mayo, Rafael Ribó recibía otra carta de Ramon Chia, alcalde de Fontanals [leer aquí], en la que se le "agradecía su intervención", ya que el desarrollo urbanístico impulsado por el Gobierno catalán "ha quedado en suspenso y hemos tenido más tiempo para estudiar el documento". ¿Qué pasó aquel mes para que un primer edil diera por paralizada la obra?
Presión del Síndic al Govern
Según el dossier del caso, Ribó no perdió ni un minuto. Recibió las quejas de los munícipes de Das --donde él tiene una propiedad-- y Fontanals el viernes 1 de abril. El lunes, 4 de abril, ya salían de la oficina del Síndic de Greuges dos comunicaciones. Una misiva iba dirigida al alcalde de la primera localidad. En la misma, el defensor del pueblo autonómico informaba a Enric Laguarda, alcalde de Das, de que había pedido al entonces consejero catalán de Territorio, Josep Rull, detener el proyecto. La otra comunicación, firmada el 4 de abril, mucho más larga y razonada, era efectivamente una petición a la Consejería de Rull para que la Comisión de Política Territorial y Urbanismo no aprobara el plan del aeródromo.
La prisa estaba parcialmente justificada: la Comisión tenía que votar el punto el 5 de abril. En su escrito contra la obra que afectaba a Das y, por lo tanto, a su chalé de veraneo, el Síndic no citaba ninguna posible ilegalidad del PDUAC, tal y como quedó claro en etapas posteriores del proceso administrativo. Recogía las quejas de los alcaldes de Das y Fontanals, amén de las alegaciones de la Asociación de Propietarios del Pueblo de Soriguerola. Uno de los argumentos esgrimidos por Rafael Ribó era que el trámite de exposición pública había sido en agosto, por lo que "fue más fácil que pasara inadvertido para los posibles interesados". Alertaba el también exlíder de ICV, ahora nacionalista catalán, que ello podría vulnerar la ley 29/2014 de transparencia, acceso a la información y buen gobierno y generar "indefensión".
El Govern lo desmonta, pero para el proyecto
Sin comunicar en ningún momento que tenía intereses en la zona por tener una segunda residencia en Das, el Síndic presionó así al Govern. El Ejecutivo autonómico no se amilanó, pero obró de forma extraña. El exconseller Josep Rull, hoy preso condenado por el procés, contestó a la carta del Síndic el 11 de abril de 2016. Desmontó uno a uno sus argumentos, recordando que el proyecto había estado expuesto más de 45 días para recibir alegaciones y que las alegaciones de los alcaldes habían sido incorporadas al proyecto. Extrañamente, sin embargo, la respuesta del Departamento catalán de Territorio fue al más alto nivel. El exconseller libró en mano el PDUAC a Ribó el 12 de abril, un día después de firmar la respuesta oficial al defensor del pueblo.
Un mes después, uno de los alcaldes, Ramon Chias (Das) ya daba el proyecto por "paralizado" y agradecía al Síndic, vecino del pueblo en verano, sus gestiones. Así consta en la documentación del proyecto. De esta primera parte de la documentación se desprende que la actuación de Ribó fue muy veloz y evitó que la ampliación del aeródromo que afectaba a su localidad de vacaciones se aprobara. No siempre ha sido así. Una investigación por contaminación de nitratos en 101 redes de agua potable tardó dos años en resolverse. Más recientemente, el ombudsman abrió una investigación en enero sobre presuntos abusos sexuales a menores en el Monasterio de Montserrat. Aún no se conocen los resultados, pese a que la Comisión interna de Investigación de la abadía ya ha detectado varios casos.