Castellar (Barcelona) también protesta contra las nuevas tarifas del transporte metropolitano
El consistorio vallesano presentará alegaciones ante el incremento de precio de los billetes
10 diciembre, 2019 19:25Las reacciones a las nuevas tarifas de transporte público anunciadas por la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) se suceden. Ahora es el turno de Castellar del Vallès (Barcelona), municipio ubicado en la zona tarifaria 3 respecto de Barcelona (zona 1), cuyo consistorio ha anunciado que presentará alegaciones.
El teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilibad del municipio, Pepe González, ha destapado que los precios de los billetes propios de la empresa de autobuses La Vallesana, los V-1, V-2 y V-3, de una, dos y tres zonas, respectivamente, subirán una media del 10,3%. Además, se trata de títulos con los que no se pueden hacer transbordos, ni con otras líneas ni medios de transporte, a la vez que ha criticado que pasen a ser unipersonales.
Terrassa quiere ser zona 2
Del mismo modo, ha recordado que el único transporte público del municipio es por carretera y estos incrementos "penalizan" a los pasajeros, por lo que ha reclamado premiar a aquellos usuarios habituales. Entiende que la medida supone "un doble perjuicio" y no se ha abordado el hecho de que Castellar sea una zona tarifaria diferente a su localidad vecina, Sabadell (zona 2), algo que, como ha subrayado, se debería compensar descartando el aumento del coste.
Otro municipio vecino es Terrassa (zona 3), tercera ciudad catalana en número de habitantes que lleva años peleando por pasar a ser zona 2 y que también protesta por las nuevas tarifas. El equipo de gobierno de Tot per Terrassa y ERC ha impulsado un acuerdo para pedir a la ATM que revise la política tarifaria del 2020.
El Maresme, en pie de guerra
Por otra parte, la Coordinadora Preservem el Maresme ha cargado contra las nuevas tarifas, ya que promueven el uso del vehículo privado para los vecinos de la comarca. A pesar de que aplaude la rebaja de precios de la T-Usual, cuestiona el incremento de la nueva T-Casual (la antigua T-10). Esto "penaliza el uso esporádico" y no va acompañado de mejoras de las infraestructuras.