Ocurrió el pasado 14 de noviembre en un colegio concertado de Mataró (Barcelona) perteneciente a una congregación religiosa. Alumnos de quinto de Primaria fueron sometidos a una encuesta a mano alzada en la hora de castellano en la que debían informar de su lengua materna, del idioma que suelen utilizar en el patio, en casa o en su tiempo de lectura. Padres de esos niños se han puesto en contacto con Crónica Global para denunciar esta iniciativa de la que, aseguran, no fueron informados previamente. Fuentes de la Consejería de Enseñanza de la Generalitat aseguran que el objetivo de la escuela es actualizar su proyecto lingüístico.
Este caso se enmarca en el debate sobre la inmersión lingüística que ha generado el PSC y tiene lugar semanas después de la polémica suscitada por el estudio lingüístico llevado a cabo por Plataforma per la Llengua, conocida como la ONG del catalán, en los patios escolares. Más recientemente, la Generalitat tuvo que suspender la distribución de una encuesta en institutos de Tarragona en la que se pedía a los alumnos que declararan si son independentistas o no, y que puntuaran su orgullo como catalanes o españoles.
"Nadie nos informó"
Según han explicado los padres de los alumnos de esta escuela, dirigida por una orden religiosa con otros centros repartidos en Girona --no divulgamos su nombre porque hay menores implicados--, la encuesta se llevó a cabo en las aulas A y B de quinto de Primaria, donde cursan sus estudios niños de 9 y 10 años. Se trata de grupos de entre 27 y 28 alumnos.
“Nadie nos informó de que se iban a realizar esas preguntas. Y hacerlo a mano alzada no nos parece bien. Son muy pequeños y no dimos la autorización para hacerlo”, afirman. Los menores, añaden, vieron cómo el profesor apuntaba las respuestas de los menores en una hoja con el logo de la Generalitat. Las preguntas versaban sobre el idioma que los pequeños hablan en casa, el que utilizan para leer o con los amigos. “Mi hijo me explicó que el profesor preguntaba cuál es la lengua que primero se le viene a la cabeza”, precisa una madre.
Fuentes de la Consejería de Enseñanza aseguran que este colegio “está haciendo encuestas para actualizar su proyecto lingüístico”. Por su parte, la directora pedagógica de la escuela abunda en esta explicación: "Se hizo una verificación para ver qué tipo de lengua utilizaban los alumnos en casa para actualizar el proyecto lingüístico de la escuela, pero no tiene ningún efecto jurídico ni sociológico, solo de carácter pedagógico".
"Catalán, vehículo de comunicación"
Los padres están descontentos con otras medidas tomadas por este centro, que permaneció abierto durante los llamados “paros de país” como respuesta a las condenas de los políticos independentistas, “aunque nos dijeron que no podían garantizar la seguridad”.
La web del colegio, escrita en catalán, especifica las normas de organización y funcionamiento del mismo. Entre ellas destaca la conveniencia de utilizar “la lengua catalana como vehículo de comunicación en todas las relaciones de la vida escolar”, así como “el respeto y valoración de los rasgos propios de Cataluña y de su realidad sociocultural a fin de tomar conciencia de esta realidad fruto de nuestra historia”.
No esconden estos denunciantes que el estudio que Plataforma per la Llengua hizo en determinados colegios --el departamento de Enseñanza se desentendió del mismo-- ha levantado suspicacias respecto a lo que se calificó como “espionaje” en los patios escolares. Y también la encuesta distribuida en institutos de Tarragona que obligaba a alumnos de segundo, tercero y cuarto de ESO --de 13 a 15 años-- a identificarse o no como independentistas. La excusa era un estudio que llevaba a cabo la Universitat de Lleida para analizar la integración cultural y usos lingüísticos. La Generalitat suspendió la iniciativa.
La propuesta del PSC
Asimismo, la propuesta del PSC de flexibilizar la inmersión lingüística ha reabierto el debate sobre las horas de castellano en las aulas. Un debate que, hace un año, ya planteó el propio consejero de Enseñanza, Josep Bargalló, en un documento en el que se defendía el refuerzo de la lengua española en escuelas con un entorno con gran arraigo catalán.
Un exhaustivo estudio de la Asamblea por una Escuela bilingüe de Cataluña (AEB) demuestra que el castellano no es lengua vehicular en las escuelas catalanas. Y está excluida de las comunicaciones internas de los centros.
Esas conclusiones se basan en el análisis de 2.214 proyectos lingüísticos (PLC) --43 corresponden a centros de Educación Infantil Inicial (guardería), 1.626 a centros de Educación Infantil y primaria, 524 a centros de Secundaria y Bachillerato y 21 a centros especiales--. El resultado es el Informe y conclusiones del análisis de los proyectos lingüísticos de los centros públicos de Cataluña, donde se demuestra que ningún centro analizado cumple con el mínimo del 25% de horas en castellano impartidas en asignaturas troncales, tal como ordenan diferentes sentencias judiciales. Solo 25 centros imparten en castellano asignaturas troncales en algún trimestre escolar.