El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha rechazado de lleno que la aplicación creada por Tsunami Democràtic sea impenetrable. De hecho, la institución ha detectado vulnerabilidades en la tecnología de esta formación independentista y confía en encontrar grietas en el código que permitan desmontar esta plataforma.
El subdirector del Centro Criptológico Nacional --organismo adscrito al CNI--, Javier Candau, ha destacado que internet cuenta con muchas posibilidades para trabajar con una identidad oculta, tal como lo hacen los organizadores de Tsunami Democràtic y de los CDR. Sin embargo, ha sido tajante al declarar de forma pública: "Yo no me preocuparía en demasía".
'Software' de comunicación masiva
La app de esta organización de carácter secesionista catalán se basa en el retroshare, según ha especificado Candau en la presentación de las jornadas sobre ciberseguridad que se celebrará en diciembre en Madrid. Esta tecnología permite la creación de una red cifrada por la que se pueden compartir, de manera segura, mensajes y diferentes tipos de archivos de forma masiva. Todo ello, sin usar servidores intermedios que puedan ser hackeados.
Una de las características más destacadas de este tipo de software es que tiene un sistema de codificación asimétrica. Esto quiere decir que cuenta con varias claves y que el mensaje, vídeo, audio o documento intercambiado entre las personas solo podrá ser abierto si se da la correcta combinación de ellas.
'Cerrojazo' a su web
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, mantiene abierta una investigación contra Tsunami Democràtic por sus acciones contra el Estado. Una de las medidas judiciales que aplicó, en este sentido, fue ordenar el cierre de sus páginas webs y perfiles en redes sociales en el marco de unas diligencias por un presunto delito de terrorismo. Mismos cargos que recaen sobre nueve miembros de los CDR y que también instruye García Castellón.
Esta organización, cuyo nacimiento ha sido relacionado con el expresidente catalán Carles Puigdemont, fue la que organizó el asedio al aeropuerto de El Prat de Barcelona el 14 de octubre, el mismo día que salió la sentencia condenatoria contra los líderes del procés.