Mireia Vehí (CUP), la discípula gafe de Anna Gabriel
La cabeza de lista de los radicales por Barcelona al Congreso se estrena con una metedura de pata tras otra en la corta campaña electoral del 10N
7 noviembre, 2019 00:00Es Mireia Vehí, cabeza de cartel de la CUP para las elecciones generales del domingo, 10 de noviembre, en la que se elegirá la composición del Congreso de Diputados. La jefa de filas de los antisistema, que es la primera vez que se presentan a estos comicios, ha protagonizado una metedura de pata tras otra en la corta campaña electoral del 10N.
A la vuelta de la publicidad la inquisidora Vehí ha pedido perdón a Rufián por confundirlo con Pere Aragonès y Rufián le ha pedido disculpas por su tono. pic.twitter.com/sIocW2ZGp8
— goslum (Por el humo se sabe donde está el CDR.) (@goslum) November 6, 2019
Vehí (Vilafant, 1985) protagonizó uno de los resbalones del debate electoral con los números uno por Barcelona en TV3 el martes. Acusó a su rival Gabriel Rufián (ERC) de asistir a la boda de un directivo de Caixabank. Era una información falsa. Rufián no acudió a las nupcias, sino que lo hizo Pere Aragonès, vicepresidente catalán de Economía y dirigente de ERC. La activista y aspirante no encajó bien que Rufián la corrigiera. "Repasa tus notas: te equivocas", le espetó el polémico candidato. Vehí no se lo tomó bien y se encaró con el también exmiembro de Súmate. "Yo no te interrumpí", contestó. "Créeme, te estoy ayudando", le indicó éste. "A mí no me perdones la vida", insistió Vehí. "Cuando llegue la publicidad no sabrás dónde meterte", avisó el republicano. "Perdona, ¿me estás amenazando en directo?", atacó la antisistema. El lance no fue a más porque acabó su turno, pero tras la publicidad, Vehí se disculpó y Rufián, también. "Me disculpo con usted, pero es que con ERC ya no sabemos dónde se están, si están con el Ibex o no lo están", agregó la exdiputada en el Parlamento autonómico.
Accidentada campaña
El incidente en directo entre los dos candidatos fue uno de los momentos de un bronco debate. Fue también otro revolcón en el camino de los radicales, que han protagonizado una azarosa campaña electoral muy criticada en las redes sociales. ¿Ejemplos? El vídeo que intentaba ser viral para sus electores.
EL CURRELA ES EL ÚNICO QUE HABLA EN ESPAÑOL, DENME MAYUSCULAS MÁS GRANDES https://t.co/QPYePP9hCP
— Xurde Blanco (@bokanovski) October 31, 2019
Tomó las redes sociales, pero por razones equivocadas: el único que hablaba castellano en el corto era el fontanero.
La CUP.
— Juan Soto Ivars (@juansotoivars) November 6, 2019
El punk.
Pintadas.
Anarquía.
Ingobernables.
Litronas en el suelo.
Contra el sistema, colega.
Me gustaba mucho Ska-P en el insti.
Els carrers, nostres, les neteja el escombriaire.
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Síndrome de Peter Pan.pic.twitter.com/b68MuTSCR8
Twitter acribilló a los secesionistas con acusaciones de "clasistas" y "etnicistas". Otra grabación que buscaba ser exitosa en la red de los 280 caracteres también se estrelló. Fue la pieza en la que Vehí y otros aspirantes, como Eulàlia Reguant, llegaban al Congreso, se hacían selfis ante el atril y colgaban un cartel en catalán. "Ya hemos hecho la primera cosa que está prohibida", anunciaron los aspirantes a diputados. No fue bien. Los internautas les vapulearon con calificativos que lindaban entre "infantiles" o "pueblerinos".
Malgrat tot, feu el favor de votar la CUP.
— Eudald (@eudaldcc) November 6, 2019
Lo factual es que la CUP ha optado por una campaña de bajo perfil que, por los límites económicos no ha contado con buzoneo. Los actos han sido escasos y de pequeño formato. La presencia en la calle y las redes, limitada por presupuesto y el tradicional boicot entre las facciones enfrentadas en el seno de la formación. No todos en el anárquico partido comparten la decisión de romper la tradición y presentarse a unas elecciones generales por primera vez en la historia. Algunos han ido más allá y se han puesto de perfil. Uno de los pesos pesados de los anticapitalistas, Eudald Calvo, alcalde de Argentona (Barcelona), pidió ayer votar a la CUP "a pesar de todo", consciente del error tras error del equipo de campaña.
Aval de Gabriel desde Suiza
Tenga relación o no, Vehí alcanzó el puesto número uno al Congreso por los independentistas por ausencia de rivales. Los antisistema sondearon al exdiputado David Fernàndez, pero éste se negó. La también exelecta en la legislatura siguiente (2016-2017) fue la elegida. Socióloga de formación, es miembro de la junta del Centro de Estudios Africanos e Interculturales --disciplina en la que tiene formación superior--, en el que trabajó como técnica, y de la campaña Tanquem els CIE. Vehí no cuenta con más experiencia. Sí lleva en el zurrón el aval de Anna Gabriel, portavoz parlamentaria fugada de la justicia a Ginebra (Suiza), no presente en la cúpula de los radicales pero con ascendente sobre un partido que busca líderes y no los encuentra.
La CUP tampoco pudo contar con la también exelecta Mireia Boya porque ésta abandonó la cúpula por un caso de acoso laboral no resuelto... y porque su nombre sonó para otro partido que se retiró de los comicios antes del cierre de listas: el Front Republicà del tertuliano y activista Albano Dante Fachin. Boya se ha refugiado en Twitter y Fachin ha anunciado que votará Junts per Catalunya.
Años antes, Vehí se movió en el entorno del cerebro en la sombra de la CUP, Quim Arrufat, y participó en los movimientos ecologistas de la comarca del Empordà, primero; de Sabadell, después, y del barrio de Gràcia de Barcelona, en último lugar. De carácter irascible, es hija de la popular alcaldesa socialista de Vilafant, Consol Cantenys, a quien hizo de cicerone en un acto político para las elecciones municipales, un gesto que levantó ampollas. Pese a su origen rural --declaró participación en dos fincas rurales cuando llegó al Parlament--, su residencia en el entorno metropolitano la ha enraizado en la CUP urbana, enfrentada en una pugna sempiterna a los secesionistas de pequeños pueblos, que propugnan acuerdos con ERC y JxCat. Fue de esta lucha intestina de la que salió elegida candidata Vehí. Su estreno en la política en mayúscula ha sido, de momento, accidentado.