Los disturbios violentos que han marcado las últimas noches en Barcelona han propiciado un cambio de rumbo en la planificación que han hecho las empresas del territorio para hacer frente a la huelga independentista de este viernes, el llamado paro de país contra la condena del Tribunal Supremo a los líderes políticos del 1-O. Patronales y sindicatos coinciden desde principios de semana en señalar la “tranquilidad” con la que se hace frente a la protesta en los centros de trabajo en cuanto al seguimiento que se dará, pero el temor a los desplazamientos ha propiciado que se haya optado por una gestión prudente.
Cocktails Molotov, juegos artificiales y cargas policiales / CG
Seat ha sido la primera gran industria en Cataluña que ha anunciado el pacto laboral para que más de 8.000 trabajadores de factoría se queden en casa. Tanto en la sede central, situada en Martorell (Barcelona), como en la Zona Franca y desde el jueves por la tarde.
Prudencia de Seat
Se dejarán de ensamblar unos 3.000 vehículos, pero la automovilística liderada por Luca de Meo ha preferido pactar este descanso retribuido que llevar a la plantilla a quedarse atrapada en alguna de las carreteras de los alrededores. O dejarlos dentro con los brazos cruzados por la falta de componentes.
El presidente del comité de empresa y presidente de UGT de Cataluña, Matías Carnero, explica que este viernes se mantendrá en el horario de entrada y de salida del personal de oficinas una de las líneas de autobús que unen Barcelona con Martorell. La fábrica permanecerá abierta para todos los empleados que no estén en las líneas de montaje, aunque también se les brinda la posibilidad de trabajar desde casa.
Cortes de tráfico de las marchas
Todo ello, para eludir básicamente el tapón en el tráfico que se espera con las llamadas Marchas por la libertad que organizan ANC y Òmnium Cultural. Dos de ellas terminaron el jueves en Martorell y emprenderán el camino hacia la capital catalana este viernes por la mañana. Por lo que el colapso en las carreteras está asegurado.
Nissan, en cambio, permanecerá con la producción planificada sin variar. Fuentes de la automovilística nipona señalan que no se ha aplicado ningún plan de contingencia. Cabe tener en cuenta que el diseño de la fábrica lleva a que la mayoría de proveedores de componentes estén dentro del mismo recinto de la Zona Franca, por lo que se minimizan los problemas derivados de la falta de piezas. Además, esperan que llegar hasta el polígono no sea especialmente complicado.
Negociación en centros de trabajo
Desde Foment del Treball indican que este tipo de negociaciones con los sindicatos de cada centro de trabajo para decidir cómo se hace frente a una jornada de huelga que se prevé bronca se ha dado en el grueso de polígonos catalanes. Reconocen que son muchos los que han acordado recuperaciones posteriores y que a lo largo de la jornada mantendrán paradas las líneas de producción.
En la gran patronal catalana presidida por Josep Sánchez Llibre se interpreta como otra muestra de la baja incidencia real del paro. Cargan contra los convocantes de la protesta, Intersindical-CSC y AIC, ya que consideran que las reivindicaciones pretendidas están “lejos del mundo sindical” y aplauden la facilidad con la que se han pactado las medidas para hacer frente a los más que probables cortes de infraestructuras.
Restauradores y comerciantes, al límite
Los sectores industriales hacen frente a la situación con relativa calma excepto en las cárnicas, donde se reclama que se permita reemprender la actividad sin más demoras para retomar el ritmo de trabajo habitual en las granjas, los mataderos y los centros de despiece y tratamiento posterior.
Esta realidad en las fábricas contrasta con el malestar de comerciantes y restauradores. Denuncian que el impacto en sus facturaciones ha sido destacado. En uno de los restaurantes estrellados de la ciudad los ingresos han bajado en unos 4.000 euros en dos días si se comparan con jornadas análogas de semanas anteriores. Los dueños mantienen que las cancelaciones han sido la tónica dominante en los últimos días y que se han acusado este viernes.
¿Cerrarán? La mayoría asegura que no. Especialmente, porque han recibido visitas de piquetes que informaban de la huelga y les alentaban a bajar la persiana. Remarcan que no eran de ningún sindicato ni se habían identificado como tal, les enmarcan más en el activismo independentista más radicalizado.
Efectos en Paseo de Gràcia
Las pérdidas en Paseo de Gràcia han sido incluso más acusadas. El presidente de la asociación comercial de la zona, Lluís Sans (Santa Eulàlia), asegura que el “desánimo y la angustia” es la tónica dominante entre los dueños de los negocios. Especialmente los que aún no están controlados por multinacionales, tal y como remarcan otros interlocutores.
Sans lamenta que los disturbios en la Milla de Oro lleven a que “Barcelona se borre del mapa” de los clientes. Y no sólo de los internacionales, sino también de los que venían de otros puntos de Cataluña y España para comprar en la ciudad. Todo ello, en los meses más importantes para la facturación de cualquier tienda de moda que representan la temporada previa a la Navidad.
Supervivencia al límite
“Como la situación se prolongue más se pasará mal”, advierte. Por eso reitera la petición que ya hizo Barcelona Oberta para que las próximas concentraciones independentistas se organicen lejos de las principales arterias comerciales de la capital catalana. El mismo aviso que se manda desde el sector de la hostelería local.
Las organizaciones empresariales catalanas son conscientes de esta problemática y no se descarta ir más allá de los comunicados por separado que han hecho hasta la fecha si los altercados prosiguen el lunes. Por ahora, las patronales mantienen su agenda sin alterar, incluso la institucional.
Esto es lo que ocurre con Pimec, que el próximo lunes celebrará su primera noche del autónomo en la Fundació Joan Miró de Barcelona. Ha colgado el cartel de completo y ha comunicado a todos los asistentes que mantiene la entrega de premios. Incluso continúa en la agenda la presencia del consejero de Trabajo, Chakir El Homrani (ERC). Otro mensaje que la patronal presidida por Josep González manda de que la situación en Cataluña debe regresar a la normalidad. La gran demanda del empresariado catalán.