La inquietud que rondaba al independentismo se confirma. Los inscritos en la Assemblea Nacional Catalana (ANC) para participar en la Diada del 11 de septiembre de Barcelona han caído un 25% con respecto al año anterior. Si el año pasado por estas mismas fechas habían confirmadas más de 50.000 personas, en esta ocasión la cifra se queda en 37.500 para la manifestación.
A poco más de dos semanas para la manifestación, bajo el lema “Objetivo independencia”, el número de inscritos ha experimentado la mayor merma de los últimos seis años. De hecho, el número de personas registradas en 2013 por estas fechas alcanzaba las 350.000 personas.
La bajada se produce en un contexto de resquebrajamiento en las relaciones entre JxCat y ERC, con diferentes puntos de vista sobre cómo se debe afrontar el futuro del procés. Hay que recordar que los exconsellers republicanos Josep Huguet y Anna Simó ya confirmaron el pasado julio que no estarían presentes en la marcha por temor a que se convierta en un “aquelarre” en su contra.
Menos manifestantes, más camisetas
No obstante, la ANC se congratula de que el número de autobuses reservados para viajar a Barcelona el 11-S se mantenga igual que el año pasado, en 450 vehículos. La organización presidida por Elisenda Paluzie remarca que para esta edición se ha superado la venta de camisetas de 2018 en un 5%. Esta vía supone una "herramienta imprescindible" para lograr financiar "los cientos de actos" que se realizarán durante este año, que se prevé intenso tras la salida de la sentencia del Supremo sobre el juicio del 1-O.
A pesar de que un cuarto de los manifestantes en la Diada de 2018 no constan en los registros para este año, la ANC justifica el dato "como consecuencia a que este año no se haya organizado ninguna performance y que, por tanto, los asistentes no ven la necesidad de inscribirse aunque tienen la intención de ir”.
Debilitamiento de la unidad
El enfriamiento en la participación tiene lugar cuando la ANC se ha erigido en una de las principales voces cantantes del procés tras la victoria en la Cámara de Comercio de Barcelona y ha propuesto el "boicot" a las empresas que no comulgan con la secesión. No obstante, esta postura ha supuesto la colisión con ERC y el debilitamiento de la unidad. El exlíder de ERC en el Congreso, Joan Tardà acusó a la organización de estar "pervirtiendo la voluntad del independentismo" y convertirse en un "contrapoder".
Así las cosas, la ANC ha pedido a los simpatizantes con la independencia de Cataluña que se inscriban en sus registros con el fin de “garantizar el éxito de la organización”. En el mismo se expresaba el jueves la consellera de Presidencia y portavoz de la Generalitat, Meritxell Budó, que en una entrevista con Europa Press pedía acudir "masivamente" a la manifestación y sostenía que la Diada "no es del Govern ni de los partidos".