Ni gobierno de coalición ni apoyo de los independentistas. Ese es el escenario ideal en el que Pedro Sánchez desearía llevar a cabo en septiembre su investidura como presidente del Gobierno, después de su fallido intento en el Congreso del mes pasado.
El líder del PSOE ha subrayado este miércoles, después de visitar al Rey Felipe VI en el palacio de Marivent (Palma de Mallorca), su deseo es evitar una repetición electoral, al igual que el monarca.
Ni JxCat ni ERC
Sánchez cree que los españoles quieren que se materialice el resultado de las urnas del pasado 26M con la formación de "un gobierno progresista que no dependa del independentismo". Para lo cual pide la abstención de los principales grupos de la oposición en su investidura: PP y de Ciudadanos (Cs), a los que acusa de bloquear "por intereses partidarios" la única opción de gobierno posible.
El líder del PSOE no tiene en mente negociar con ERC ni con JxCat, a pesar de que los primeros llegaron a abstenerse en la segunda vuelta de su investidura. No quiere depender de ellos. Por lo que se centrará en hacerlo con los líderes de las "tres grandes fuerzas" que "verdaderamente tienen la llave para desbloquear". Y eso incluye a Unidas Podemos (UP).
"Desconfianza recíproca" con Podemos
Sánchez ha reconocido que su "desconfianza" hacia la formación de Pablo Iglesias es "recíproca", por lo que ve inviable atender su propósito de formar un gobierno de coalición con ellos, máxime después de las fallidas negociaciones de julio.
A su entender, UP pretende crear "dos gobiernos en uno, en vez de uno cohesionado y plural". Aunque espera contar con su "apoyo" llegando a un "acuerdo de investidura o legislatura" programático, como ocurre en Portugal.