Los críticos de Cs a Rivera: “No hace falta crear ningún partido”
Toni Roldán desdeña la invitación de Rivera y pide que se sepa negociar y exigir reformas para no depender de los nacionalistas
29 junio, 2019 13:57Los críticos de Ciudadanos no pondrán fáciles las cosas a Albert Rivera. El líder de la formación naranja ha invitado a todos ellos a que apuntalen al “sanchismo”, y que, por tanto, que organicen otro partido político. Pero ni Toni Roldán, ni Luis Garicano, ni Francico Igea, que se ha destacado como los principales defensores de una línea de aproximación al PSOE, están por la labor. Lo que quieren es dar la batalla interna.
Lo ha hecho Toni Roldán, que dejó su escaño en el Congreso cansado de la idea de Rivera de levantar un muro contra Pedro Sánchez. Roldán deja sus responsabilidades orgánicas, pero sigue de militante en Ciudadanos. Su posición es clara: “No hace falta crear un partido, sólo hay que sentarse, exigir reformas, regeneración y que no haya pactos con nacionalistas”. El mensaje no esconde una gran carga de profundidad.
Lograr los objetivos de Rivera
¿Por qué? Mientras Rivera ha decidido ensalzarse a sí mismo, --I celebrate myself, es el primer verso del poema Song of Myself de Walt Whitman—integrando en la ejecutiva a a sus nuevos fichajes, tras la salida de Roldán y de Javier Nart, los críticos quieren hacer ver que la posibilidad de acercarse al PSOE da utilidad al partido y permite lograr los objetivos del propio Rivera.
La idea es que sólo la influencia en el Gobierno de Sánchez permitirá poner condiciones, acordar políticas concretas e impedir que los socialistas se apoyen en los partidos nacionalistas e independentistas. ¿No quiere eso Rivera? Pues “se trata de una apuesta constitucionalista, que no puede pasar por un dique contra el PSOE”, señalan fuentes de la corriente crítica.
Rivera apuntala a sus fichajes
Roldán, número dos de Ciudadanos por Barcelona en las elecciones generales, tiene claro que la estrategia de Rivera ha sido un error. Pero no quiere alimentar las propias tesis de Rivera con una salida o con la creación de un partido nuevo. Tampoco Garicano, ni Francisco Igea, íntimo amigo del economista, y que batallará para acercarse al PSOE en Castilla y León, a pesar de las consignas del líder de Cs de pactarlo todo con el PP.
Mientras, Rivera no pierde el tiempo, y ha ascendido a sus fichajes, que apenas conocen el partido, a la ejecutiva. Se trata de Marcos de Quinto, exdirectivo de Coca-Cola y del abogado del Estado, Edmundo Bal. Este último será el portavoz adjunto del grupo parlamentario en el Congreso, un puesto que tenía Roldán, y que no ha podido ni estrenar.