El gobierno municipal de Ada Colau ha reducido las obras de verano un 17% tras las elecciones municipales del 26 de mayo, que han resultado con su reelección como alcaldesa de Barcelona pese a que perdió los comicios. El Ayuntamiento de Barcelona ha programado 76 actuaciones frente a las 92 del año pasado. En ambas cifras se incluyen las pavimentaciones de vías, trabajos que obligarán a cortar carriles en la avenida Diagonal y la Gran Vía, entre otros puntos.
Según ha explicado hoy la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, la cifra ha caído "como consecuencia de los ciclos de mandato, durante el cual se incrementan las obras en el tercer año, ya que en el primer y segundo se planifican y licitan las intervenciones". Por su parte, el gerente municipal de Movilidad e Infraestructuras, Manél Valdés, ha atribuido el descenso de la actividad a que en 2018 "se hicieron muchas pequeñas obras repartidas por la ciudad, en lugar de intervenciones mayores". Cualquiera que fueren las explicaciones políticas, lo cierto es que el Ejecutivo local de Colau inviertió 26,9 millones el pasado ejercicio. El dinero que gastará el gobierno de Barcelona en Comú este verano se reduce a 18,5 millones (-46%).
La Diagonal, parcialmente cortada
Pese a la reducción de la actividad, las obras del Ayuntamiento de Barcelona provocarán más de un quebradero de cabeza a los vecinos que permanezcan en la ciudad durante el estío. Los más afectados serán los conductores que pasen por las plazas Francesc Macià y Cinc d'Oros, en la avenida Diagonal, o los residentes que vivan en el entorno. El consistorio cerrará toda la circulación salvo un carril en ambos puntos durante varios días por obras de pavimentación. Lo mismo ocurrirá en otros puntos como la Gran Vía --que perderá carriles y verá como se cierra la esquina con la calle Aribau; el túnel de la plaza de España; la calle Camèlies, en la Travessera de Dalt y la plaza de Alfonso Comín.
Otros puntos problemáticos seguirán siendo la plaza de les Glòries, donde se cortarán varios carriles en la Gran Vía en sentido Llobregat para acometer nuevos trabajos de reforma del entorno; la Ronda de Dalt, que vivirá una doble intervención con la finalización de la primera fase de la cobertura parcial y obras de mejora entre las salidas 9 y 7; la calle Gran de Sant Andreu (peatonalización) y la finalización de la superisla de Sant Antoni con el cierre de las calles Compte Borrell, Tamarit y Parlament.
TMB se enroca con el corte del la Línea 1 del Metro
Además de las obras en superficie y de infraestructura, los barceloneses sufrirán otros trabajos bajo sus pies. El mayor impacto lo soportarán los vecinos de la ciudad condal y Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), que verán como la línea 1 o roja del Metro de Barcelona cierra nueve estaciones del suburbano, de Clot a Fondo, en la población de la conurbación. A este respecto, Janet Sanz ha recordado que se trata de la obra "de mayor envergadura", aunque es necesaria para "mejorar la frecuencia de paso, comodidad y conectividad entre estaciones".
Por su parte, Enric Cañas, director general de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), ha descartado mejorar las opciones de conectividad alternativa. "Reforzaremos la Línea 9 Norte, la línea 5 y algunos autobuses. Pondremos dos lanzaderas. Es imposible fletar una en continuo. En referencia a ello, me gustaría recordar que la combinación ideal para sustituir el servicio de Metro no existe. La gente deberá informarse sobre cómo viajar", ha apostillado el directivo.