Rivera reafirma su liderazgo ‘manu militari’ ante las críticas
Miembros de la ejecutiva de Ciudadanos ven en la ruptura con Valls un aviso ante el aumento de detractores. “Pero demuestra debilidad”, afirma Arcadi Espada, uno de los fundadores del partido
18 junio, 2019 00:00“El mensaje es muy claro: si me cargo a Manuel Valls, puedo echar a cualquier disidente”. Lo dice un miembro de la ejecutiva de Ciudadanos en referencia a la decisión de Albert Rivera de reafirmar su liderazgo manu militari. Esto es, rompiendo con el ex primer ministro francés. Una decisión tomada personalmente por el presidente de Cs, después de que Valls apoyara el pacto de Ada Colau y PSC para gobernar en la alcaldía de Barcelona.
Los titubeos de Rivera, en este sentido, han sido duramente criticados por históricos fundadores del partido como Francesc de Carreras o Arcadi Espada durante este fin de semana. "Puede que Rivera haya reaccionado con un 'ordeno y mando', pero lo único que demuestra es debilidad", afirma Espada en declaraciones a Crónica Global. ¿Temor a que Valls pudiera sucederle al frente de la formación naranja?
Los reproches se suman a las crecientes voces que, dentro de un partido que ha sido monolítico durante 13 años, rechazan la gestión de Rivera.
Castilla y León, Europa...
En Castilla y León fue desautorizado por el dirigente local Francisco Igea, partidario de pactar con el PSOE. Una postura similar a la que tiene el eurodiputado Luis Garicano, pues los pactos de Rivera con Vox complican la renovación de los votos de la formación naranja con los liberales de ALDE. “Es cierto que dentro de la ejecutiva de Cs hay quienes defienden el pacto con Pedro Sánchez. Pero, ¿a cambio de qué? El PSOE no quiere que Cs se incorpore a ningún gobierno, solo apoyos externos”, explica otro dirigente de Cs.
Dicho de otra manera, Rivera ha querido demostrar con su ruptura con Valls que sigue mandando en el partido. Es un aviso a navegantes. “La operación Valls fue un error, nos equivocamos. Durante cuatro años hemos sido la única oposición real que ha tenido Colau. Resultaba muy difícil vender a los votantes catalanes y a los del resto de España ese apoyo. Si votábamos a favor y luego cuelgan el lazo amarillo. ¿En qué situación queda Cs?”, se pregunta el citado miembro de la ejecutiva.
La división del grupo municipal
Como se sabe, Valls, Eva Parera y Celestino Corbacho votaron a favor de Ada Colau el pasado sábado, mientras que los tres concejales de Ciudadanos de la lista de Barcelona pel Canvi-Cs se abstuvieron. Culminaba así un proceso electoral en el que Rivera no hizo campaña en favor de su alcaldable.
“La ruptura se iba a producir tarde o temprano. No agradó a Rivera que Valls acudiera junto a Colau al Palau de la Generalitat a saludar a Quim Torra (aunque, finalmente, no le dio la mano) ya que los tres concejales de Cs no lo hicieron”, explican fuentes del partido. Como tampoco gustaba a la formación naranja el voto de calidad que, a partir de ahora, tendría Manuel Valls como presidente de grupo municipal y que le permitiría decantar las votaciones en caso de empate entre sus tres concejales y los tres de Cs.
Desde la dirección de Cs se denuncia la presión que sufre Rivera en materia de pactos. “Moncloa aprieta. Se ha llegado a ofrecer a Ciudadanos la Comunidad de Madrid a cambio de la abstención en la investidura de Pedro Sánchez”, explican. Y aseguran que el partido ha llegado a su mayoría de edad pues "ha logrado pactos de gobierno en comunidades, ayuntamientos y diputaciones. Ha tocado poder pasando del Ibex".
El partido del presidente francés, Emmanuel Macron, también añade tensión a la situación de Rivera, a quien reprocha su acercamiento a Vox. Un reproche que Manuel Valls también entonó en público.
Las críticas de los fundadores de Ciudadanos
“La presión de Macron no tendría ninguna importancia si Ciudadanos tuviera una base sólida, si no diera bandazos ideológicos”, afirma a Crónica Global Teresa Giménez Barbat, fundadora de Ciudadanos. Está dolida con Rivera. “No coge el teléfono ni a Valls, ni a Albert Boadella, ni a Arcadi Espada. Rivera tocó el cielo y no sabe volver a poner los pies en el suelo. Si es presidente de Ciudadanos es porque los miembros fundadores lo permitieron”, dice Barbat, quien fue vetada por Rivera para repetir como eurodiputada.
Considera que “el pecado” de Manuel Valls ha sido “tener iniciativa y eso no le ha gustado nunca a Rivera. Valls dijo que la política es elegir. Y apoyar a Colau no le convierte en un podemita. Posiblemente deteste tanto a un independentista como al populismo de Colau”.
"No entiendo que ahora nos falles"
Barbat se suma así a las críticas de los también fundadores de Cs Francesc de Carreras y Arcadi Espada vertidas en sendos artículos de opinión.
En declaraciones a este medio, el periodista y escritor afirma que, muy posiblemente, "Rivera haya reaccionado a las críticas con un 'ordeno y mando', pero este gesto no le da la razón, demuestra debilidad". Considera que "Manuel Valls ha higienizado la vida política catalana y española. No se puede caer en la trampa de decir que Colau es lo mismo que Ernest Maragall, cuyo partido tiene a su líder en la cárcel (Oriol Junqueras) acusado de cosas muy graves. Por muy torpe y grosera que pueda parecer Colau, no tiene a dirigentes en la cárcel". No se considera amigo de Rivera, con quien se intercambia algún mensaje. "Solo le pedí que Teresa Giménez Barbat continuara como eurodiputada. No fue así".
"Si de ellos hubiera dependido"
Espada arremetía contra los concejales barceloneses de Cs en el diario El Mundo. “Si de ellos hubiera dependido, Barcelona tendría hoy un alcalde independentista. Voy a decirlo otra vez: ‘Si de Cs hubiera dependido, hoy Barcelona tendría un alcalde independentista". Y otra vez más, de otro modo: si Manuel Valls no hubiera tomado la decisión de incluir concejales independientes, Barcelona tendría hoy un alcalde independentista’".
Por su parte, el profesor de Derecho Constitucional Francesc de Carreras escribía en el diario El Pais: “No entiendo que ahora nos falles, Albert, que nos falle Cs, que el joven maduro y responsable se haya convertido en un adolescente caprichoso que da un giro estratégico de 180 grados y antepone supuestos intereses de partido a los intereses generales de España. Es ir contra toda tu trayectoria política, contra la trayectoria de Cs. Se te acusará, con razón, de que por tu culpa arrojas al PSOE a pactar con Podemos y con los nacionalistas, precisamente aquello que Cs debía impedir”.