Cambios en la cúpula de los Mossos d'Esquadra. El consejero de Interior, Miquel Buch, pone al subjefe de la Comisaría General de Información, Eduard Sallent, al frente la policía catalana en sustitución de Miquel Esquius. Este relevo es el tercero desde que Quim Torra es presidente de la Generalitat
Esquius llegó al poder hace más de diez meses tras la dimisión de Ferran López, quien dirigió a la policía autonómica durante la etapa del 155 en Cataluña, que conllevó la destitución del major Josep Lluís Trapero. El hasta hoy máximo responsable de los Mossos ingresó el cuerpo en 1986, aunque antes había estudiado Ciencias Religiosas con máster en Planificación y Gestión de la Movilidad.
Guardia presidencial
Este relevo coincide con la voluntad de Quim Torra y su Ejecutivo de preparar una guardia presidencial propia que releve a la actual unidad de escoltas de los Mossos d'Esquadra. La implementación de este nuevo órgano policial, fuera del control de los Mossos, ha generado recelos en el seno de la policía autonómica.
Uno de los motivos por los que genera más inquietud es la opacidad, puesto que Buch podría aprovecharla para enviar Mossos a escoltar a Carles Puigdemont. No sería de extrañar, puesto que 14 escoltas protegen al expresidente fugado en Waterloo en sus días libres por orden del consejero de Interior y el asesor Lluís Miquel Escolà.
Otras crisis abiertas
La guardia presidencial de Torra ha sido la gota que ha colmado el vaso, porque la crisis Govern-Mossos viene de lejos. Al menos, desde diciembre, cuando los agentes policiales cargaron contra varios manifestantes de plataformas antifascistas (secundados por la CUP) que se movilizaron contra actos del partido de extrema derecha Vox en Girona y Terrassa (Barcelona).
A raíz de aquellas imágenes, que se produjeron el Día de la Constitución, Torra se reunió con Buch en privado para analizar la situación, para pedirle explicaciones por las cargas policiales. Además, le exigió una purga de la cúpula de los Mossos d'Esquadra.