Preocupación en Vox por un 'pinchazo' en Barcelona y su área metropolitana

El objetivo de Vox en Barcelona está claro: tener presencia institucional en la capital catalana y en otros municipios de su entorno. Las elecciones generales fueron un pinchazo, puesto que las espectativas de Vox de hacerle el sorpasso al PP quedó diluido en el empate en escaños. Los conservadores y la extrema derecha sacaron un diputado cada uno: Cayetána Álvarez de Toledo (PP) e Ignacio Garriga (Vox).

En la ultraderecha son conscientes de que sin elecciones en el horizonte y sin presencia en el ayuntamiento de Barcelona están condenados a la residualidad en Cataluña. Por eso, según explica La Vanguardia, la entrada al consistorio de la capital catalana se convertiría en su altavoz, con el que podría hacer una dura oposición a los independentistas y contraponerse también a PSC, Cs y PP. 

Doble candidato

Ignacio Garriga se presenta como candidato a la alcaldía de Barcelona. En caso de ser escogido, compaginaría su actividad como concejal y diputado en el Congreso de los Diputados. La agenda de Santiago Abascal tras el 28A se tuvo que reescribir, puesto que hacerle el sorpasso al Partido Popular no ha sido tan fácil como parecía. 

Para que Vox pudiera entrar en Barcelona necesitaría mejorar sus resultados y superar la barrera del 5%, y mejorar sensiblemente los votos de 29.601 barceloneses (3,9%). En esta situación, la ultraderecha estaría peleando con la CUP y Graupera para entrar en el consistorio. La extrema derecha prefiere centrarse en municipios en los que su superó ese límite, como Castelldefels o Badia del Vallès.