La distensión es un hecho. El intercambio de valoraciones y las reuniones una constante. Los socialistas catalanes quieren abrir una nueva etapa en Cataluña. Y en eso coinciden con los dirigentes de Esquerra Republicana. Los dos partidos han ganado muchos enteros en las elecciones generales, con buenos resultados. Esquerra ganó en Cataluña, pasando el millón de votos, y el PSC quedó en segundo lugar a escasas 50.000 papeletas. Y las dos fuerzas políticas admiten que deben ganar tiempo, el que precise Pedro Sánchez para constituir su Gobierno y comenzar a tomar decisiones, pero también el que necesite el Tribunal Supremo para emitir su sentencia sobre los políticos independentistas presos. Y eso se puede demorar hasta la primavera de 2020.
Aunque Esquerra podría precipitar las cosas con una salida del Govern, a partir de los resultados de las elecciones municipales y europeas del 26 de mayo, si Carles Puigdemont intenta de nuevo su investidura, como apuntó Crónica Global, todo depende del momento en el que se conozca la sentencia del Supremo sobre los políticos independentistas presos.
A la espera de la sentencia el TS
Fuentes conocedoras de los debates que se producen en el Alto Tribunal señalan que el juez Manuel Marchena podría necesitar más tiempo: redactar una sentencia que debe ser muy clara y precisa, con la vista puesta en el recurso que los independentistas dicen que presentarán ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Y la resolución podría estar lista a finales de año, pero con posibilidades de dictarla en los primeros meses del año próximo. Eso se ha hablado entre dirigentes socialistas y republicanos.
Pere Aragonès, vicepresidente de la Generalitat y nuevo hombre fuerte de ERC
¿Qué implica esa cuestión? El Gobierno de Pedro Sánchez, cuando se constituya después del 26M, buscará posibles alianzas. Pero quiere gobernar en solitario.
Todos quieren ganar tiempo
Fuentes socialistas señalan que la intención es lograr un “Gobierno sólido, de personas indiscutibles”, que puedan, por lo menos, generar respeto y dudas en la oposición sobre la necesidad de apoyar determinadas medidas que se tomen. Esa idea está dirigida hacia Ciudadanos, que rechaza apoyar a Sánchez, porque tiene a tiro al PP, y quiere convertirse en la única referencia del centro-derecha español. Pero tendría difícil mostrar hostilidad hacia determinados perfiles reformistas y técnicos.
Eso supondrá ganar un tiempo precioso para Sánchez, a la espera de que se clarifique la situación en Cataluña. Y aquí quien más comparte esa hoja de ruta es Esquerra Republicana, con su nuevo hombre fuerte, Pere Aragonès. Para intentar encauzar la cuestión catalana --por ahora únicamente pasa por retomar negociaciones entre gobiernos para solucionar el día a día de la administración autonómica-- tanto los socialistas catalanes, liderados por Miquel Iceta, como el PSOE, y Esquerra saben que se debe formar un nuevo gobierno en Cataluña.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta
Tregua para buscar interlocutor en la Generalitat
Sánchez e Iceta quieren un interlocutor, y ahora no lo tienen. No puede ser Quim Torra, ni Carles Puigdemont, ni nadie de ese entorno de Junts per Catalunya, que sigue sin asumir que ha pasado el tiempo de las vías unilaterales y de las exigencias de un referéndum sí o sí.
La oferta es clara: una tregua, un tiempo muerto, hasta esa primavera de 2020, a la espera de la sentencia. Antes será difícil que el presidente Quim Torra convoque elecciones. Y Esquerra irá con mucho tiento para forzar un adelanto. El aterrizaje de los republicanos se ha tomado, es una decisión clara que defiende Oriol Junqueras desde la prisión, pero no será brusca. No puede serlo. La militancia de Esquerra y los cuadros territoriales no lo permitirían, aunque lo puedan entender mejor sus electores, los que votaron en las elecciones generales del 28 de abril.
Esquerra, a lo suyo en las municipales
En ese lapso hay cosas más tangibles. Esquerra quiere superar ampliamente al mundo exconvergente en las elecciones municipales del 26 de mayo, y espera que Junts per Catalunya no le pase por delante en las europeas, a pesar de la polémica sobre la candidatura de Puigdemont. ERC es el partido que ha presentado más listas en las municipales, por encima de las 800 candidaturas. El objetivo es la hegemonía en el campo nacionalista.
Collboni, Sánchez e Iceta, en una imagen de archivo
Todo ese plan dependerá de la agitación que pueda y sepa provocar el entorno de Puigdemont. Y también de la propia sentencia del Supremo, en función de la gravedad de los hechos que se prueben si es condenatoria.
El PSC, en primera fila
Puigdemont espera una resolución muy dura para provocar una reacción rupturista. Y si eso ocurre, también los republicanos se pueden ver arrastrados, por muchos planes y diseños sobre el futuro que establezcan desde la presidencia de la Generalitat.
Son los socialistas quienes, esta vez, quieren manejar las cosas con la máxima tranquilidad: tregua y pocos movimientos hasta conocer la sentencia y quién puede gobernar Cataluña en los próximos años, incluido el PSC, que ha recuperado la autoestima y la sensación de que ha vuelto al escenario, desde la primera fila.