"¿Y ahora nos encontramos que niños catalanohablantes hablan en castellano entre ellos? ¿Por qué? Porque en lugar de fomentar desde pequeños que la lengua de comunicación en el patio sea el catalán (imprescindible para combatir la imposición del castellano) se fomenta el poti-poti. Dentro y fuera del aula". Quien así habla es Diana Coromines, exempleada de la embajada de la Generalitat en Dinamarca y que forma parte de la candidatura de Jordi Graupera a la alcaldía de Barcelona.

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Subvención del Govern a la Escola La Bressola de Perpiñán

Los comentarios de Coromines, más allá de la tormenta creada en las redes sociales, expresa el sentir de un sector del independentismo al que le sabe a poco la inmersión lingüística y considera que hay que ir un paso más allá. Precisamente esta semana, Plataforma per la Llengua, conocida como la ONG del catalán --muy mimada por las subvenciones del Govern-- ha enviado una carta a sus afliados en la que denuncia que solamente un 20% de los niños hablan este idioma en el patio.

"El reto es el patio de recreo"

El denominado català al pati gana enteros entre ese secesionismo que, como Coromines, se inspira en La Bressola, un conjunto de escuelas que nació en 1976 en Perpiñán (Francia) --el independentismo define esta zona como la Catalunya Nord-- y que durante años ha sido igualmente subvencionada por Gobierno catalán. 

En este grupo de escuelas --un total de ocho centros donde cursan sus estudios más de 1.000 alumnos-- "el catalán no es sólo la lengua de los aprendizajes sino la lengua del grupo, la del juego, la de las confidencias, la de la discusión... La lengua de vida dentro de la escuela", explica en su página web. "El reto, hablemos claro, es el patio de recreo", afirman sus responsables, quienes aseguran que "nuestra experiencia nos demuestra que la escolaridad en inmersión no pone en entredicho la buena adquisición del francés; al contrario, la fortalece".

Marca en rojo en el expediente de un alumno de una escuela de Sitges por no usar el catalán en el patio

Marca en rojo en el expediente de un alumno de una escuela de Sitges por no usar el catalán en el patio

La obligación de usar el catalán

Para la presidenta de la Asamblea por una Escuela Bilingüe en Cataluña (AEB), Ana Losada, este modelo de enseñanza "es propia de talibanes, pues no solo utilizan el catalán como lengua vehicular, sino que intentan cambiar la lengua materna de los niños”. La lingüista Mercè Vilarrubias, recuerda que "la inmersión se basa en una obligación. En el aula, el profesor habla en catalán y la mayoría obedece porque no les queda otra salida. Pero una vez se sale al patio o a la calle, cada uno habla como quiere". Añade que "las personas tienden a hablar en su lengua materna y eso no se puede controlar. De ahí surgen iniciativas como Al pati, en català para reforzar y medio obligar". 

A vueltas con ese empeño, fue especialmente polémica la actuación de un colegio de Sitges (Barcelona) que puso una señal en rojo al expediente de un niño de cinco años por no hablar catalán en el patio.

El manifiesto Koiné

"La Bressola (un modelo de prestigio en la Catalunya nord, con más demanda que oferta) se ha puesto a disposición de la Generalitat muchas veces para implantar este sistema en Cataluña, pero el Govern --ya en la época de Pujol-- siempre lo ha rechazado", afirma la candidata a las municipales Diana Coromines.

Presentación del manifiesto del Grupo Koiné, un alegato contra el bilingüismo / CCMA

Presentación del manifiesto del Grupo Koiné, un alegato contra el bilingüismo / CCMA

Esta periodista y traductora, que también trabajó en Diplocat --órgano que acaba de ser restituido por el Govern y que fue disuelto durante la aplicación del artículo 155 por ser una pieza clave de la internacionalizar el procés--, es una de las firmantes del manifiesto Per un veritable procés de normalització lingüística a la Catalunya independent en 2016 por el Grupo Koiné. El documento, impulsado por 170 personas vinculadas a la lengua, es resumidamente un alegato contra el bilingüismo.

Monolingüismo

Hace años que algo se mueve a favor de ese monolingüismo extremo que el Govern no se atreve a aplicar oficialmente, pero que contempla en algunos documentos sobre la organización y la gestión de los centros. En el documento Tratamiento y uso de las lenguas en el sistema educativo. El proyecto lingüístico, la Consejería de Enseñanza indica que "la lengua catalana debe ser vehículo de expresión y comunicación normalmente empleado, tanto en las actividades internas del centro como en las de proyección externa". Así, "en las manifestaciones culturales y públicas y en las actividades de proyección externa del centro se utiliza la lengua catalana como vehículo normal de expresión".

Y añade: "Se traslada a los profesionales encargados de la gestión de las actividades no docentes (comedor escolar, actividades extraescolares, etc.) información sobre los usos lingüísticos de la escuela acordados en el proyecto lingüístico".

Pancatalanismo

Aunque la presión de padres, partidos políticos y tribunales --la Justicia obliga a impartir un 25% de las clases en castellano en diversas sentencias incumplidas-- ha frenado esos intentos de extender el uso del catalán más allá de las aulas, el Govern subvenciona de forma más que generosa ese modelo monolingüe.

La Associació Amics de La Bressola, la entidad encargada de buscar apoyos económicos para este centro escolar, forma del listado de entidades situadas fuera de Cataluña que reciben ayudas de la Generalitat. Acció Cultural del País Valencià, Fundació Escola Valenciana o Obra Cultural Balear son algunas de las asociaciones bendecidas por el pancatalanismo.

Cabecera de una manifestación convocada por Acció Cultural del País Valencià / EFE

Cabecera de una manifestación convocada por Acció Cultural del País Valencià / EFE

Así, la Consejería de Presidencia otorga cada año a la Escola Bressola una subvención directa (sin concurrencia) de 400.000 euros en concepto de "Personal docente". Asimismo, en 2007, el departamento de Vicepresidencia otorgó una subvención a la Associació Amics de la Bressola para financiar la construcción de un centro educativo de secundaria en El Soler (Francia). La ayuda fue materializada mediante la concesión de un préstamo del Institut Català de Finances (ICF) por valor de 2,9 millones de euros.

Sin dinero para guarderías

"La Generalitat destina 400.000 euros a La Bressola mientras da cero euros a las guarderías de Cataluña o mientras 20.000 alumnos catalanes están escolarizados en más de mil barracones", denuncia la diputada de Ciudadanos, Sonia Sierra.

La dirigente de la formación naranja ha solicitado formalmente al Govern copia de los justificantes de los pagos de la devolución de capital e intereses por parte de La Bressola, así como la copia del acuerdo para la concesión de la subvención suscrito entre la Generalitat y la entidad. También ha pedido la comparecencia de la consejera de Presidencia, Meritxell Budó, para que explique la política de subvenciones desarrollada por el Departamento de Presidencia en la Comisión de Asuntos Institucionales.