Incendio en la CUP por la exdiputada que se ha pasado al PSC. Mireia Vehí ha generado una pequeña crisis en el partido radical al hacer campaña por su madre, alcaldable socialista en un pequeño pueblo de Girona. La participación de la exelecta --que también concurre a las elecciones municipales por los antisistema en Barcelona-- no ha gustado a parte de la formación, que la han criticado en las redes sociales.
Mireia Vehí, de la CUP, en el acto del PSC en Vilafant (Girona) / PSC Vilafant
La crisis se inició el sábado, con la presentación de Consol Cantenys como candidata a la reelección a primera edil en Vilafant (Girona). Durante la puesta de largo de la nueva lista de la munícipe intervinieron cargos del PSC a nivel provincial, como el diputado en el Parlamento, Rafael Bruguera, pero también la exdiputada independentista en la cámara catalana [ver aquí]. "Mireia Vehí emocionó [al público] hablando como hija de la influencia de su madre en su propia vida política", reza la reseña del acto que da cuenta el perfil oficial en Facebook de los socialistas de este municipio.
Un apoyo que no gusta
Un simple acto de apoyo de una hija a su madre tuvo algunas aristas que no han gustado. Perfiles de los anticapitalistas en las redes sociales han recordado que ya existe CUP en Vilafant, que pugna --de momento, sin éxito-- directamente con el PSC para la alcaldía de este pueblo situado en la comarca del Alt Empordà. En las últimas elecciones de 2015, los socialistas lograron mayoría con holgura: seis concejales frente a tres de ERC, tres de CiU y uno del PP.
Hay otro elemento. El pasado 10 de marzo, los radicales decidieron no presentarse a los comicios generales. Una facción del partido se desmarcó de esta decisión y ha lanzado la marca Front Republicà, que capitanea el exdiputado de Catalunya sí que es Pot (CSQEP) Albano Dante Fachin. No obstante, el partido no está haciendo campaña oficial para esta plataforma: el 23 de marzo evitó pedir el voto para nadie, descartó la abstención y exigió solo a esta opción electoral que no engullera a "candidatos municipales, cargos electos y cargos orgánicos".
'Fugas' de Boya y Arrufat
Este último fuego en la CUP llega en un periodo de relativa calma para los antisistema, que se están complicando solos la vida. Pese a que permitieron con su abstención la reprobación parlamentaria del presidente catalán, Quim Torra, los radicales han encajado dos torpedos seguidos. El primero de ellos fue la polémica salida de la exdiputada Mireia Boya, que denunció acoso psicológico en el seno de la formación.
Tras ello, el también exelecto al hemiciclo catalán, Quim Arrufat, anunció sobre la bocina que no repetiría en la lista de los anticapitalistas en su pueblo, Vilanova i la Geltrú (Barcelona), donde ya fue concejal antes de alcanzar un puesto en la cámara regional. Pese a que citó "razones personales", el exportavoz de los independentistas avanzó que detallará sus motivos tras los comicios.