Que la legislatura está agotada y que el Gobierno de Quim Torra ya no da más de sí es un análisis en el que coinciden todos los grupos de la oposición. Otras cosas son las estrategias y los tacticismos políticos de cada partido. Ayer, en el arranque de una sesión plenaria en el Parlament que podría ser recordada como el pleno de la reprobación de Torra, se visualizó esa coincidencia argumental entre PSC, Ciudadanos, PP, Catalunya en Comú-Podem e incluso la CUP, otrora aliada de los socios de gobierno, Junts per Catalunya y ERC.
Miquel Iceta, primer secretario del PSC, en el Pleno del Parlament / CG
Sin embargo, una moción presentada por los socialistas pondrá a prueba el nivel de cohesión de la oposición y, sobre todo, la estrategia de Ciudadanos, el grupo constitucionalista que ayer no había confirmado su posición ante esta iniciativa. No es ajena a esa indefinición inicial el contundente rechazo del líder de Cs, Albert Rivera, a cualquier tipo de pacto con el PSOE, expresado públicamente. El tiempo dirá si se trata de una estratagema electoral, pero lo cierto es que ese cordón sanitario contra Pedro Sánchez tiene secuelas en Cataluña, donde Ciudadanos es determinante para que la reprobación a Torra, tramitada mediante una moción que le insta a someterse a una cuestión de confianza o convocar elecciones, demuestre que ese es el sentir mayoritario de la Cámara catalana.
La moción de censura que rechazó Arrimadas
No en vano Ciudadanos es el grupo que tiene más diputados, tras ganar las elecciones autonómicas de 2017, aunque tal como el presidente independentista le recordó ayer a modo de réplica en esa sesión previa a la posible reprobación, la formación naranja no ha logrado sacar rédito de esa victoria. De ahí que Torra instara a ser sometido a una moción de censura, que Inés Arrimadas –hoy cabeza de lista a las elecciones generales— no quiso presentar en su momento para evitar la imagen de un independentismo unido y de un constitucionalismo fracturado.
Inés Arrimadas, la líder de Ciudadanos en Cataluña, en el Parlament / CG
Así, según aseguran a Crónica Global fuentes parlamentarias, los comunes han comunicado al PSC que apoyarán su moción cuando hoy se vote en el pleno, al igual que el PP. Por su parte, Ciudadanos se resiste a confirmar el sentido de su voto. “Permanecemos a la espera de ver el texto final con las enmiendas transaccionadas”, afirman desde el partido. No sería la primera vez que el grupo catalán de Cs se desmarca de su jefatura pues, recientemente, apoyó en el Parlament una iniciativa en contra de Vox, formación de ultraderecha que Rivera nunca ha descartado como aliada.
El malestar con los fichajes de Valls
A la encrucijada que supone para Arrimadas sumarse a la moción del PSC para echar al president o desmarcarse de los socialistas como manda Rivera, se unen las tensiones internas en Cs provocadas por su candidato a la alcaldía de Barcelona, Manuel Valls. Desde la cúpula del partido no se entienden los fichajes del ex primer ministro; ven abundancia de candidatos procedentes del nacionalismo catalán –exmiembros de CDC y de UDC que forman parte ahora de Lliures--. La reciente incorporación a la candidatura, avanzada por este medio, de Óscar Benítez, bendecido por la formación del partido que lidera Antoni Fernández Teixidó, abunda en el malestar existente en Cs respecto a una supuesta sobreexposición del catalanismo. Un malestar debatido en la ejecutiva nacional y que existe en el actual grupo municipal. Fuentes de la candidatura de Valls explican que se está trabajando en la designación de otros candidatos, pues son conscientes de que se trata de una confluencia de tres partidos, Lliures, Cs y UPyD.
En una reciente entrevista en Crónica Global, Valls apostó por una actualización del catalanismo para alejarlo de posiciones nostálgicas.
Torra, al contraataque
Mientras tanto, Torra pasó ayer al contraataque, retando a los grupos a que presenten una moción de censura y hurgando en sus contradicciones internas. Lo hizo en una comparecencia parlamentaria destinada a dar explicaciones sobre los cambios al frente de las consejerías de Presidencia y Cultura –Elsa Artadi y Laura Borràs serán candidatas en las elecciones municipales y generales, respectivamente--, aunque, finalmente, esa exposición se convirtió en la previa de la votación de hoy. El presidente atribuyó a Cs “un fracaso realmente extraordinario, magnífico, en el sentido que ha dilapidado una victoria electoral como nadie la había dilapidado en este país”: “Y no solo eso, sino que usted (Arrimadas) se acaba yendo a Madrid”.
Al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, le animó a “presentar a la señora Arrimadas como presidenta de la Generalitat, si no se fuera a Madrid, claro”. “O el Grupo de Ciudadanos le podría presentar a usted, como presidente, si no fuera por que Ciudadanos quiere que usted dimita por lo que dijo sobre el referéndum de Cataluña”, añadió. A los comunes, que afearon la debilidad de su gobierno, Torra les recordó que han visto “pasar por delante dos presidentes del Gobierno, mientras que tres diputados de Catalunya en Comú, casi la mitad de su grupo, han tenido que abandonar porque no estaban de acuerdo con sus postulados”.