El Tribunal Supremo (TS) ha rechazado apartar a Manuel Marchena, juez de la sala de lo Penal del alto tribunal, del macrojuicio por la organización del procés independentista en Cataluña. La instancia judicial descarta así la petición de las defensas de los presos secesionistas, que recusaron al magistrado a raíz del escándalos de los mensajes de Whatsapp que envió el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, asegurando que controlaría la sala de Marchena "por la puerta de atrás".
La sala 61 del TS ha descartado el expediente de recusación presentado por las defensas de ocho de los acusados de rebelión y sedición, entre otros delitos, contra Manuel Marchena, que preside el tribunal que les juzgará, amén del resto de miembros del mismo tribunal. Cabe recordar que les acusaron de falta de imparcialidad. Ahora, la sala que estudió el recurso desestima la supuesta parcialidad de los magistrados y los mantiene como el grupo de jueces que juzgarán los posibles tipos penales que cometieron los independentistas que organizaron y orquestaron el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 en Cataluña y la posterior declaración unilateral de independencia (DUI) frustrada del mismo mes.
Confirma al resto de magistrados
En apenas hora y media de reunión, además de ratificar en su puesto al presidente del tribunal que juzgará a los investigados por el desafío independentista de 2017 en Cataluña, la sala especial regida por el artículo 61 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) tampoco ha visto incompatibilidad en el trabajo del resto de magistrados que dirigirán el macrojuicio por el procés. Estos son Andrés Martínez Arrieta; Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre; Antonio del Moral García; Luciano Varela Castro, Andrés Palomo del Arco y Ana María Ferrer García.
Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural y acusado de sedición durante el 'procés' / EFE
Todos ellos habían sido recusados por la defensa de Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural e investigado por presunta sedición cometida durante el acoso a la comitiva judicial ante el Departamento catalán de Economía el 20 de septiembre de 2017. El alto tribunal, en un auto que se conocerá las próximas semanas, concluye que no existe interés directo o indirecto de los jueces en la causa, frustrando el intento de los presos independentistas de apartar de la causa a Marchena y al resto del tribunal.
Polémica de los whatsapp
La decisión de mantener a los jueces del macrojuicio del 1-O la ha tomado la sala especial, integrada por el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, además de los presidentes de las cinco salas de la instancia judicial y el magistrado más moderno y antiguo de cada sección. De la reunión se han ausentado el propio Marchena y el juez más antiguo de la sala de lo Penal, Andrés Martínez Arrieta, ya que también es parte del tribunal enjuiciador. Los reunidos han estimado la defensa del presidente de la sala Segunda frente a la recusación de los presos independentistas. Argumentó Marchena que los escritos de los investigados se trataban de una estrategia procesal "defensiva" y que los mensajes de Whatsapp que lo nombraban fueron escritos por terceras personas, por lo que no comprometían su imparcialidad.
Cabe recordar que los secesionistas investigados y en prisión preventiva sostuvieron sus escritos de recusación en los mensajes privados enviados por el portavoz del grupo popular en el Senado, Ignacio Cosidó, a sus compañeros de bancada. El electo popular argumentaba en los mismos que el pacto con el PSOE para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que colocaba a Marchena como presidente del órgano de gobierno de la Justicia, permitiría al PP controlar la sala de lo Penal, que juzga el procés, por la puerta de atrás. Finalmente y ante el revuelo causado, el magistrado declinó la propuesta de nombramiento de los dos grandes partidos, que hubiera supuesto también que sustituyera a Carlos Lesmes al frente del Tribunal Supremo.