Los insultos e improperios contra el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, por parte del independentismo no cesan. "Mentiroso", "hooligan", "impresentable", "mala fe", "acusación falsa"... son algunas de las lindezas que los dirigentes del procés le han dedicado este jueves al diputado socialista, después del tenso rifirrafe que mantuvo ayer con el nacionalista Gabriel Rufián.
Lejos de pedir disculpas por su ofensiva intervención de ayer en el Congreso, Rufián ha insistido hoy en sus ataques contra Borrell. "Hacia hooligans, mentirosos, ningún respeto, ningún perdón", ha espetado en su perfil de Twitter. Una contundencia que, posteriormente, ha mantenido al presentarse en el Parlamento, donde ha insistido en pedir la "dimisión" del ministro catalán, al que reprocha su participación en actos de Sociedad Civil Catalana.
"Vamos a plantar cara"
El dirigente de ERC considera que Borrell "mintió" al acusar a su compañero Jordi Salvador de haberle escupido cuando abandonaba ayer el salón de plenos. Y le ha criticado "por haberle puesto en la diana". "Hay 155 cámaras en el Congreso y en ninguna se vio", ha ironizado.
Rufián ha afeado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que le responsabilice de la crispación en el Parlamento, algo que también hace con el líder del PP, Pablo Casado. Y ha apuntado que ERC sólo tiene dos opciones para defenderse de los calificativos de "golpistas" por su papel en el 1-O y el 27-O: ignorarlos o contestar. "Quieren que miremos al techo y nos dejemos hacer, pero vamos a plantar cara", ha advertido.
Tardà mira a otro lado
El también portavoz de los republicanos en el Congreso, Joan Tardà, tampoco ve motivos para las disculpas. En este sentido, ha replicado a Sánchez que su partido no contribuye "en absoluto" a la crispación.
"Nosotros nunca hemos ofendido y no hacemos más que defendernos del insulto permanente y sistemático de querer asociar independentismo con violencia", ha manifestado. Y ha anunciado que, tanto él como sus compañeros, seguirán llamando "fascistas" a quienes les tilden de golpistas. Algo que él mismo hizo el martes.
"Fue como un jugador de fútbol"
Otro de los protagonistas de la sesión parlamentaria del miércoles fue Jordi Salvador, a quien Borrell acusa de haberle escupido cuando abandonaba el hemiciclo. Algo que el diputado de ERC niega rotundamente.
A su juicio, Borrell actuó como "un jugador de fútbol que simula una acción que no ha ocurrido", y debería pedirle disculpas por ello. Además, ha asegurado que varios diputados del PSOE le han enviado mensajes de whatsapp admitiendo que el incidente no ocurrió, aunque no ha desvelado nombres.
Salvador considera que el ministro de Asuntos Exteriores actuó con "mala fe" al ponerle en la "diana". Y ha relatado que tiene su correo personal "colapsado con gente insultando".
El PDeCAT defiende a su socio
El portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano, no tiene "ninguna duda" de que el escupitajo no existió. Y reclama al ministro que pida disculpas por "esa falsa acusación". Se ha mostrado comprensivo con Rufián, con el que ha reconocido que comparte algunos de sus razonamientos, aunque le ha pedido, como a Casado, que respete las "razones" y los "sentimientos de los otros". "Sin ese respeto no hay democracia ni solución a los conflictos políticos", ha afirmdo.
El diputado postconvergente espera que los grupos parlamentarios hagan suyas las reflexiones de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que apeló al respeto, y sean capaces de defender con "contundencia", pero con educación, sus postulados.