Un sector del mundo político y empresarial ve en el el presidente de ERC, Oriol Junqueras, el hombre moderado dentro del nacionalismo con quien encontrar un interlocutor posible una vez finalice el proceso judicial por el referéndum ilegal del 1 de octubre. Pero el exvicepresidente del anterior Govern que lideraba Carles Puigdemont fue uno de los dirigentes que más recurrió a los argumentos de un supuesto agravio económico del Estado contra Cataluña para convencer de los beneficios de la independencia.
El economista Joan Llorach, en el libro coral Anatomía del procés (Debate, 2018), explica que sus deliberadas incorrecciones quedaron impunes y las equipara a las falsedades que difundieron los principales promotores de abandonar la Unión Europea en el Reino Unido, como el exlíder y eurodiputado Nigel Farage, del Partido de la Independencia (UKIP), cuando el día después que la opción del Brexit ganara en el referéndum convocado por el exprimer ministro David Cameron, admitió que era “un error” haber asegurado que los 350 millones de libras que iban al continente se destinarían a la Seguridad Social del Reino Unido.
En conversación con este medio, Llorach sostiene que “la prensa no hizo su trabajo” ni “un fact check mínimamente solvente” para desmontar las imprecisiones de Junqueras en materia económica.
Junqueras llevó el “expolio” en escena
Junqueras entró en escena colocando el déficit fiscal como principal argumento para defender la independencia de Cataluña. En 2011, en una entrevista en TV3, llegó hablar de que los catalanes sufrían un “expolio fiscal anual”: “Sufrimos una crisis económica de carácter internacional muy importante y otra añadida que es terrible, que es que cada año, aproximadamente el 10% de nuestro PIB, que es una bestialidad, marcha y no vuelve de ninguna manera. […]”. De acuerdo con el entonces candidato de ERC al Parlamento catalán, la “limitación” que sufría la comunidad autónoma en sus políticas sanitarias o educativas era “en buena medida” debido “al expolio fiscal que sufrimos por parte del Estado español cada año”.
Este argumento económico --más tendiente de ser utilizado por la derecha-- en Cataluña fue abanderado por Junqueras. También como arma contra el expresidente de la Generalitat Artur Mas. En 2012, el líder de ERC afirmó que tenía la “sensación” que el Govern [de Mas] estaba dando “pasos en la dirección contraria” para “reducir el expolio fiscal”.
Sin piso en propiedad por culpa del Estado
En un mitin durante su campaña a las elecciones europeas de 2009 aseguró que el expolio anual, en términos tangibles, era de “12.000 euros por familia media catalana, el equivalente a un coche cada año, dos millones de las antiguas pesetas cada año” y que esta dinámica llevaba dos décadas sin cesar: “Dos millones por familia catalana es impuestos que les hemos regalado por 23 años, hace 46 millones de pesetas. ¿Cuánto vale un piso en vuestro pueblo? Pues probablemente el piso ya lo tendrías pagado. Y si alguno de vosotros paga hipoteca, pues no la pagaría”.
Junqueras no tuvo reparos en explotar el argumento del agravio económico para convencer a los indecisos: “Si con estos argumentos no sois capaces de convencer a vuestros amigos, vecinos, parientes y conocidos de que conviene votar a ERC porque conviene avanzar hacia la libertad nacional de nuestro país, hacia nuestro progreso económico y hacia nuestra justicia económica es que el candidato no es lo suficientemente bueno”, abundó durante el mismo mitin.
Contra los cálculos de Mas-Colell
De acuerdo con Llorach, en su capítulo El relato del expolio, durante el debate de las elecciones de 2012 en TV3, el republicano incluyó argumentos económicos falaces en el total de doce intervenciones que realizó. Junqueras mencionó hasta en tres ocasiones el mantra de “los 16.000 millones de euros” que Cataluña aporta cada año al Estado, mientras que el entonces líder de CDC, Artur Mas, no citó ni una vez dicha cantidad.
Mientras Junqueras volvía a mencionar en un acto en la Universidad Politécnica de Gandía, en mayo de 2009, “los 12.000 euros por familia que salen cada año de los bolsillos de las familias catalanas” y que “no se devuelven” y que, según él, “equivalen a dos pisos en Gandía” y a no “pagar hipoteca”, Mas-Colell, en una entrevista en el diario Ara, en 2015, sostenía que no creía que “el tema de la independencia tenga que plantearse en función de intereses económicos inmediatos” y que la contabilidad global de Cataluña sería de “superávit” con los impuestos de 2015. Es decir, que la región podía cubrir con los impuestos el coste de todos los servicios públicos que recibe Cataluña y quedaría un pequeño excedente.
Lo que para Junqueras eran “dos pisos” en Gandía, para Mas-Colell era “un pequeño excedente”.
El país más rico de Europa
En una entrevista en Rac1, en 2012, Junqueras seguía con el argumento de que Cataluña tendría “16.000 millones cada año” y que esto representaba más dinero que “todos los recortes juntos de la Generalitat”. En la misma línea, en una conferencia en Pimec en el mismo año, afirmó que “una Cataluña independiente tendría el superávit público, en términos absolutos y relativos, más importante de las economías occidentales”.
Junqueras insistió en más de un evento, como en El Vendrell, en 2010, que “si cada año no desapareciera de nuestro país el 8% de PIB, cada diez años doblaríamos nuestro PIB. Cada diez años seríamos el doble de ricos” y que como esta situación hace “veintiséis años que dura, habríamos casi cuadriplicado nuestro PIB”.
Según los datos más recientes de Eurostat, la renta per cápita catalana es de 28.800 euros, que multiplicada por 4 da 115.200 euros. Llorach apunta que, de acuerdo con los datos de Junqueras, “Cataluña sería muy pronto el país más rico de Europa”. Un “sinsentido” que pasa por confundir el déficit fiscal con un crecimiento garantizado de la economía.
Publicar las balanzas fiscales
Asimismo, en la entrevista en Salvados, en 2015, en la que Junqueras visitaba una familia andaluza afirmó que los catalanes “representan el 16 o 17% del total de la población de España” y que aportan “el 24% de los impuestos y reciben el 9% de las inversiones”. Según el dirigente en prisión preventiva este era el motivo de que hubiera “tanta gente nacida en Andalucía que estaba convencida de que la única solución era la independencia de Cataluña”.
En febrero de 2018, en una debate en la London School of Economics, Mas-Colell afirmó que “aproximadamente Cataluña paga impuestos en proporción a su contribución al PIB y recibe en proporción a su población”.
Los datos de las balanzas fiscales publicadas por la Generalitat confirman a Mas-Colell: Cataluña genera el 18,80% del PIB (datos INE) y paga el 18,86% de los impuestos (datos Generalitat). Y la comunidad catalana representa el 15,99% de la población (INE) y recibe el 15,03% del total del gasto e inversiones públicos (Generalitat). En este sentido, se corrobora el argumento de que tiene un déficit fiscal justo, relativo a pagar por renta y recibir por población.
El Estado “asfixia” a Cataluña
Junqueras aseguró en un acto en Vic, en 2013, que “el Estado español nos estrangula y quiere que nuestra gente sufra”, pero que tampoco puede “estrangular definitivamente a una economía que representa el 24% de sus ingresos fiscales”.
De acuerdo con sus argumentos, el Estado tenía un plan para asfixiar a Cataluña. Por su parte, Mas-Colell, creía que, si acaso, era “un castigo a todas las comunidades” que reciben una parte menor de los impuestos de la que les corresponde. A este respecto, admitía que Valencia y Madrid estaban más perjudicadas: “Aunque para mí no lo sea, quizá nos puede servir de consuelo que no nos quieren asfixiar más que a Valencia o Madrid”.
Lluís Salvadó: retorna el 81%
Lluís Salvadó, el secretario de Hacienda de Oriol Junqueras, afirmó en 2017 en una entrevista con Mónica Terribas en Catalunya Ràdio que “en 2016 pagamos 74.000 millones de euros en impuestos y cotizaciones, y como bien sabéis, 14.000 no vienen; se quedan por el camino porque aquí nos llegan 60.000”.
Es decir, según el número dos de Junqueras, el Estado retornaba el 81% de los impuestos recaptados en Cataluña.
El (falso) principio de ordinalidad alemán
En abril de 2011 Junqueras envío una carta a todos los diputados del Parlamento Europeo en la que decía que “Cataluña es una de las regiones europeas con mayor potencial, a pesar de que España le deduzca anualmente el 10% de su PIB. Como sabe, por decisión del Tribunal Constitucional, en Alemania las transferencias entre regiones están limitadas al 4,5% del PIB regional”.
En su blog insistió en el argumento. En enero de 2012 escribió que “las aportaciones del land más rico de Alemania no llegan ni a la mitad del déficit fiscal catalán”.
Este argumento fue desmentido por el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, que en calidad de presidente del Parlamento Europeo preguntó a los embajadores de los países citados por Junqueras si en sus países publicaban las balanzas fiscales. Asimismo, el profesor Klaus-Jürgen Nagel, de la Universidad Pompeu Fabra, también escribió que “Alemania no calculaba las balanzas fiscales por ningún método” y que “las subvenciones del Gobierno federal pueden alterar la ordinalidad y, de hecho, lo hacen”.
Sí dijo que España "roba"
En dos entrevistas --una en la Cope y otra en Cuatro, con Risto Mejide-- Junqueras aseguró no haber usado nunca el eslógan “España nos roba”. Pero, de acuerdo con el coautor de Anatomía del procés, usó el verbo “robar” y sus variantes para hablar del déficit fiscal: “Junqueras utiliza el verbo “quitar” (prendre, en catalán) el 80% de las veces; “expoliar” el 10%; “joder” (fotre) el 4%; y “robar” el 1%.
En un evento en Sabadell, en 2010, dijo: “Cuando vaya de verdad, cuando estemos a punto de la victoria, el Estado nos comprará. Al menos lo intentará. Y dirá: “Hombre ¿es un tema de impuestos, no?. Mira, a partir de ahora solo os robaremos la mitad de lo que os hemos robado hasta ahora”.