El mal rollo entre diputados independentistas y constitucionalistas en el Parlament aumenta, lo que se ha traducido en quejas cruzadas ante el presidente de la Cámara, Roger Torrent. Por un lado, el PSC ha presentado una queja por las manifestaciones realizadas por el portavoz de Junts per Catalunya, Albert Batet, contra el líder del grupo socialista, Miquel Iceta, a quien acusó de "cinismo" y "deshumanización". Por otro lado, el propio Batet ha apelado también a Torrent después de que Ciudadanos tildara de “supremacista” a la consejera de Cultura, Laura Borràs. Ciudadanos también ha apelado a la presidencia del Parlament por frases proferidas por diputados de ERC y JxCAT contra diputados de su partido.
La carta enviada por la portavoz del PSC, Eva Granados, se insta a Torrent a aplicar el Código de Conducta, después de que Batet se dirigiera a Iceta asegurando que “usted ha hecho un ejercicio de cinismo realmente espectacular”, en relación a la situación de prisión preventiva de los diputados procesados. Ha salido del hemiciclo chorreando por la escalera noble ¿eh? el cinismo que usted lleva”. Asimismo, el dirigente independentista instó al primer secretario del PSC a aprovechar la oportunidad de “humanizarse (…) Para volver al camino de una cierta humanidad”.
Los socialistas creen que estas expresiones “pueden incitar al odio” y traspasan “una línea peligrosas en la que se caracteriza ‘al otro’ como un ser amoral y se le deshumaniza”.
Ciudadanos también ha pedido el amparo de la presidencia del Parlament por las palabras de Batet, pero incluye las de Anna Caula (ERC) y Josep Riera (JxCAT) dirigidas a diputados de la formación naranja. La primera aseguró que “si la miro a usted a los ojos solo veo un mundo de tormenta, de confrontación, de provocación”, mientras que el segundo dijo que “parece difícil que estén dispuestos a hacer política con humanidad”.
Deshumanizar al adversario político
“La deshumanización del adversario político no es solamente una práctica parlamentaria execrable en sí, sino que pretende deshumanizar también a su ideología y por extensión a los ciudadanos que la comparten, los cuales en el caso de Ciudadanos y a tenor de las últimas elecciones al Parlament, superan 1.100.000 catalanes”.
Por otro lado, en su escrito enviado a Roger Torrent, el portavoz de JxCat, Albert Batet, explica que durante la sesión plenaria celebrada ayer “volvimos a vivir una situación del todo reprobable cuando la diputada Sonia Sierra, del grupo parlamentario de Ciudadanos, utilizó palabras claramente ofensivas dirigidas a la diputada y consejera de Cultura, Laura Borràs. En concreto, la interpeló directamente con la expresión ‘es usted una supremacista’”.
Bronca entre Carrizosa y Wangensberg
Considera la formación independentista que “estas interpelaciones ofensivas ya se han reiterado en diversas ocasiones” por lo que “nos dirigismo a usted para hacerle notar que, tiene, de acuerdo con los artículo 233 y 239 del Reglamento del Parlament, no solo la facultad, sino el deber de llamar al orden y tomar las decisiones oportunas ante cualquier diputado que viole las reglas de orden establecidas”.
En el marco de esa crispación, los diputados Carlos Carrizosa y Ruben Wangensberg han protagonizado hoy una bronca el pleno del Parlament. Los electos de Ciudadanos y ERC se han enzarzado después de que Wagensberg llamara "fascistas" a Ciudadanos. Tras acabar su alocución, el republicano ha pasado junto al grupo parlamentario naranja y los dos electos se han cruzado unas palabras subidas de tono.
La bronca entre Wagensberg y Carrizosa