El nuevo ridículo de Quim Torra en la pista de baile. El presidente de la Generalitat de Cataluña volvió a mostrar sus escasas habilidades cuando se trata de mover el esqueleto el pasado sábado, al cierre de la convención fundacional de la Crida Nacional per la República, el nuevo partido peronista impulsado por el exjefe del Ejecutivo autonómico Carles Puigdemont, actualmente huido de la justicia en Bélgica (Bruselas).
El president se sumó a los cerca de 6.000 asistentes que se acercaron al Pabellón Nou Congost de Manresa (Barcelona) para ver nacer al partido-movimiento de Puigdemont a la conclusión del evento. Bailó Torra con ellos al final del acto político al ritmo de pop. En un momento de la velada, una activista independentista captó los bailoteos del actual jefe de gobierno autonómico. Moviéndose solo según las imágenes, una de las miembros de la Crida se cerciora finalmente de la soledad del también exeditor y lo rescata, bailando con él. De nuevo, Torra muestra, esta vez en pareja, que la pista de baile no es su espacio natural.
Triste baile en el Smithsonian
La escasa habilidad del expresident a la hora de mover las caderas se puso el sábado de relieve meses después del triste baile que se marcó Torra en el festival Smithsonian Folklife Festival celebrado en Washington DC en junio. En aquella ocasión, un asistente grabó al también polémico editor durante un evento en el aire libre moviéndose de forma patosa al son de la música rock. Acudió al rescate del jefe del Ejecutivo autonómico la consejera catalana de Cultura, Laura Borràs, que se acercó a bailar con Torra pese a su torpeza.
El baile de Quim Torra en Washington
Menos empática fue la reacción de la oposición parlamentaria cuando trascendió que el viaje folclórico de Torra y su séquito a la capital de Estados Unidos costó 24.718,90 euros en vuelos; 16.951,14 euros en hoteles; 7.968,45 euros en alquiler de coches, 410,69 euros en desplazamientos y 11,98 euros en gastos diversos.
Ningún contacto oficial
Este gasto de dinero público incluyó todos los gastos del president; el director de la Oficina del President; el coordinador de Políticas Internacionales de Presidencia; el jefe de Comunicación de la Presidencia; el jefe de Gabinete de Comunicación del President; el director del Gabinete de Relaciones Externas y Protocolo, un fotógrafo y dos escoltas de los Mossos d'Esquadra. Ninguno de ellos tuvo encuentro oficial alguno en Washington DC. No quedó aquí el dudoso éxito del viaje, sino que, además, el entonces embajador español en la capital de EEUU, Pedro Morenés, hilvanó un crítico discurso contra la intervención anterior de Torra, en la que éste había cargado contra España.
El sábado, el contexto de los bailes de Torra fue otro. El president asistió a la puesta de largo de la Crida Nacional per la República, el partido-movimiento de corte peronista de Carles Puigdemont. Asistió en efecto el president a la presentación del nuevo partido del prófugo, pero no así la plana mayor del PDeCAT, el anterior partido del expresident huido de la justicia. Ningún cargo relevante del partido neoconvergente acudió al evento, en el que Puigdemont se dio un pequeño baño de masas a distancia.