Quim Torra, su predecesor, Carles Puigdemont y Toni Comín en Waterloo, donde han anunciado que activarán el Consejo de la República, uno de los chiringuitos de la independencia / CG

Quim Torra, su predecesor, Carles Puigdemont y Toni Comín en Waterloo, donde han anunciado que activarán el "Consejo de la República", uno de los chiringuitos de la independencia / CG

Política

Los fugados ponen en marcha sus chiringuitos quiméricos

Puigdemont oficializa su “gobierno en el exilio” con el plante de la CUP y el malestar de ERC, que nunca creyó en un Consejo de la República donde se tomen decisiones a 1.500 kilómetros de Cataluña

23 octubre, 2018 00:00

Fue en un teatro donde Quim Torra anunció a principios de septiembre, la creación de nuevas instituciones llamadas a implementar el nuevo estado catalán. Y precisamente ayer, los principales dirigentes del independentismo escenificaron la creación de un Consejo de la República cuya puesta de largo tendrá lugar el próximo 30 de octubre. Lo hicieron con el plante de la CUP y la incomodidad de ERC, que no acepta gobernar de forma teledirigida.

Con sede en Waterloo, cuartel general de los procesados fugados capitaneados por Carles Puigdemont, este Consejo está concebido como un gobierno virtual que estará presidido por Toni Comín, diputado de ERC cada vez más alejado de este partido.

El nuevo chiringuito preconiza nuevos enfrentamientos entre los radicales de Junts per Catalunya, inmersos en una agitación permanente, y Esquerra, que nunca estuvo de acuerdo con la creación de un ejecutivo paralelo donde se tomen decisiones a 1.500 kilómetros de Cataluña. Los republicanos están muy centrados en su acción de gobierno, la real, la que quieren presentar como credenciales en las futuras elecciones autonómicas.

El difícil equilibrio entre los socios de gobierno

“Centrifugar la toma de decisiones no es la mejor manera de garantizar la convivencia entre los socios”, explicaba a Crónica Global una fuente soberanista. La última crisis entre JxCAT y ERC está reciente y se produjo precisamente por el empeño de Puigdemont en desafiar al Tribunal Supremo proclamando que no estaba suspendido como diputado y que, por tanto se negaba a nombrar sustituto para ejercer el voto, tal como se habían pactado inicialmente.

La casa de Waterloo, a la que regresará Carles Puigdemont

La casa de Waterloo, a la que regresará Carles Puigdemont

La casa de Waterloo donde Carles Puigdemont ha montado su cuartel general

“No tiene ningún sentido hacer un gran debate ciudadano sobre cómo debe ser la Cataluña del futuro a miles de kilómetros a distancia. Aquí tenemos que jugar todos: Govern, Parlament y sociedad civil, y la base social para hacer ese debate piensa y trabaja en Cataluña”, añade esa fuente.

Se da la circunstancia de que este gobierno virtual formaba parte del pacto suscrito entre JxCAT, ERC y CUP en febrero para materializar la república en los ámbitos social e institucional, pero que ha quedado en papel mojado.

El acuerdo contemplaba un gobierno dual, uno para desarrollar la república desde Bruselas y otro para gestionar la autonomía desde Cataluña, pero con una misma consigna: internacionalizar el conflicto catalán.

La propuesta inicial

Según la propuesta inicial, el gobierno de la república catalana en Bruselas se estructurará en dos órganos. Por un lado el Consejo de la República, que tendría siete miembros: tres de JxCAT, tres de ERC y uno de la CUP, y la Asamblea de Representantes de la República, formada por diputados y personas del mundo local y la sociedad civil. Este será el organismo encargado de hacer seguimiento de la acción del Consejo.

Pero la CUP plantó ayer a Torra, que se desplazó a Bélgica para solemnizar el anuncio junto a Puigdemont. ERC envió al presidente de su grupo parlamentario, Sergi Sabrià, y a su portavoz, Marta Vilalta. Asistieron, asimismo, la vicepresidenta de PDeCAT, Miriam Nogueras, y la consejera de Presidencia, Elsa Artadi, ésta última cada vez más alejada del expresidente pues está dedicada a mantener los puentes con el Gobierno español. Las tres entidades sociales que apoyan el secesionismo, la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium y la Associación de Municipis per la Independència (AMI), estuvieron presentes, dando así una prueba de confianza a los partidos políticos que, así lo han criticado en diversas ocasiones, han renunciado a hacer efectivo el mandato del referéndum del 1-O.

El nuevo Fòrum Civil y Social

El anuncio de  la creación de este gobierno virtual se producía en vísperas de que el presidente Torra presente hoy martes el Consejo Asesor para el impulso del Fórum Cívil y Social para el Debate Constituyente.

Tan rimbombante nombre corresponde a otro chiringuito secesionista que también está llamado a implementar la república catalana. Fue el propio Torra quien, el pasado 4 de septiembre, en un gran acto en el Teatre Nacional de Catalunya, se refirió a este Fórum como eje vertebrador de una hoja de ruta hacia la independencia que ni la CUP ni la ANC acaban de ver clara. De ahí el desmarque que los antisistema oficializaron este fin de semana. Asimismo, la ANC se ha convertido en los últimos meses en el azote de un Govern que, según denuncia, está más centrado en negociar con el Gobierno español que en declarar la independencia de forma unilateral.

Torra ha convocado hoy a los medios de comunicación para presentar ese consejo asesor cuya finalidad es “preparar las tareas de análisis y articulación” para la creación del Fórum, que tendrá sucursales en las llamadas veguerías, un sistema de organización territorial de origen medieval que el soberanismo recuperó como rechazo al modelo estatal que representan las diputaciones y las comarcas.