Las plataformas Societat Civil Catalana (SCC) y Asamblea por una escuela bilingüe concluyen que el 1-O, la fecha del referéndum ilegal de independencia del que ahora se cumple un año, es el mejor ejemplo de la “instrumentalización nacionalista del sistema educativo” en Cataluña. Es decir, del adoctrinamiento o la manipulación en las aulas de la región.
En un informe conjunto que han presentado en el Col·legi de Periodistes de Catalunya, las dos entidades añaden que la comunidad educativa está demasiado entregada al poder nacionalista. Es más, dicen que la enseñanza es “una herramienta clave de la estrategia separatista”. Recuerdan también que en el otoño catalán se colocó a los menores “en el foco del conflicto político”.
Más de 500 denuncias
El exdiputado de Ciudadanos en el Parlament José Domingo ha explicado que el informe nace de las “más de 500 denuncias” que recibieron estas organizaciones en los días anteriores y posteriores a las votaciones ilegales del 1 de octubre en los colegios.
En esta línea se ha pronunciado también Nuria Plaza, coordinadora sectorial de enseñanza de SCC, quien ha defendido que los contrarios al procés vieron su “resistencia eclipsada por la brutal presión ambiental que se ha tejido durante 30 años” en Cataluña.
El programa 2000: consolidar la conciencia nacional catalana
Según la representante de SCC, todo ello es una “actuación perfectamente coordinada con el objetivo de alcanzar los objetivos del programa 2000”, un documento interno del gobierno de Convergència i Unió (CiU) que publicó la prensa en 1990 y que buscaba consolidar la “conciencia nacional” catalana.
En la consolidación de esta conciencia nacional participan, según los autores del informe, tanto la Administración catalana como las entidades Òmnium Cultural, Plataforma per la Llengua, Som Escola y la mayoría de asociaciones de madres y padres de alumnos (Ampa), entre otros.
Supervisión de los libros de texto
Por su parte, la presidenta de la Asamblea por una escuela bilingüe, Ana Losada, ha asegurado que los acusados de disentir son llamados “traidores a Cataluña”. En su opinión, “toca debatir” sobre la lengua, los contenidos, los docentes, la inspección educativa, las Ampa, los sindicatos y las asociaciones nacionalistas.
En este contexto, los autores apuestan por la “introducción del bilingüismo o trilingüismo” en el sistema educativo catalán y por “educar en valores constitucionales y enseñar los símbolos y tradiciones comunes”. Así, piden al Ministerio de Educación que supervise los libros de texto que se usan en Cataluña.
Algunos ejemplos de la manipulación
No hace falta ir muy lejos para encontrar textos sospechosos en los libros de los alumnos. Los contenidos académicos de este curso incluyen tergiversaciones dirigidas a tapar el papel de la burguesía catalana durante el franquismo o de la industria catalana en las colonias, tal y como publicó Crónica Global en el reportaje Diez ejemplos de cómo el nacionalismo manipula la historia en las aulas catalanas. Además, algunos colegios de Girona han tenido que retirar las agendas escolares del nuevo curso tras la denuncia de una familia, ya que tenían impresos lazos amarillos.
Una posible solución a esta instrumentalización del sistema educativo es que se favorezca “la movilidad del profesorado por todas las escuelas de España”.