Quemar un ejemplar de la Constitución en directo, ser un tertuliano entregado a la causa secesionista o producir programas donde el “unionismo” nunca sale bien parado tiene su recompensa.
La televisión es espectáculo y TV3 ha sabido hacerlo en el terreno de la política. Para ello, ha contado en los últimos tres años con una pléyade de productores, tertulianos y presentadores afines al procés a los que ha recompensado muy bien económicamente.
La instrumentalización de la televisión catalana ha sido denunciada en repetidas ocasiones por el comité de empresa de la cadena y por el Sindicat de Periodistes de Catalunya, muy críticos con el reparto de cuotas de Junts per Catalunya y ERC en la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), así como en el bloqueo de la reforma de la ley audiovisual. Reclaman elevar las mayorías parlamentarias necesarias para elegir a los miembros del ente que gestiona TV3 y Catalunya Ràdio, que el pacto de 2012 entre CiU y PP redujo a mayoría simple, así como medidas para garantizar la profesionalidad de los mismos.
Reducción de la externalización
En los últimos años se ha avanzado en la reducción de la externalización de programas en una televisión que cuenta con la plantilla –2.300 trabajadores-- y el presupuesto –231 millones-- más altos de España. Asimismo, los cambios de criterio en la aplicación del IVA han impactado de lleno en la emisora autonómica, lo que ha obligado al Govern a inyectar 20 millones de euros en TV3. Sin embargo, las generosas retribuciones al activismo secesionista se mantienen en esta cadena, así como en Catalunya Ràdio.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, destapó la caja de los truenos al asegurar, en el programa Els Matins, que la cadena era un aparato de propaganda independentista. Lo hizo señalando a la locutora Lidia Heredia, lo que dio lugar a reprimendas por parte del Colegio de Periodistas y del comité de empresa.
Las hazañas de Moliner
Lo cierto es que en este programa ha encontrado acomodo a Empar Moliner, escritora y activista del secesionismo. Conduce un espacio gamberro y provocador en la franja matinal de TV3 y entre sus hazañas figura quemar un ejemplar de la Constitución española. Según los datos que proporciona la propia CCMA, Moliner ha cobrado 129.000 euros desde 2015 en concepto de “prestación de servicios”, intervenciones como “especialista en actualidad”, “confección de escaletas, texto o guiones” o “coproductora”.
Lo que cobra Empar Moliner de TV3
Pilar Rahola, periodista y escritora, también es una asidua de la cadena catalana. Desde 2016 ha cobrado 32.000 euros por intervenir en los programa Tot es Mou y Fora de sèrie. Los enfrentamientos de Rahola con otros tertulianos no independentistas, que los hay aunque en una proporción muy inferior a la representación parlamentaria, son legendarios. Joan López-Alegre e Ignacio Martín Blanco --hoy diputado de Ciudadanos-- anunciaron que abandonaban TV3 en octubre de 2017 hartos de ser la "coartada" de una pluralidad en la cadena catalana que, en su opinión, no existe. Hasta ese momento habían cobrado respectivamente de los medios catalanes 15.650 y 24.340 euros, respectivamente.
Los contratos de Albà
El cómico Toni albà, que provocó un alud de críticas por sus ataques homófobos contra Miquel Iceta, e insultó a Inés Arrimadas y Lluís Rabell, cobró 2.500 euros en 2017 por dos colaboraciones. PSC y Ciudadanos pidieron explicaciones al director de la cadena, Vicent Sanchis, por contar en su parrilla con alguien que vulnera las normas de estilo de CCMA. Pero Albà fue recompensado con una entrevista en prime time y con una aparición estelar en la Diada, en este caso gracias a la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que ofreció su señal a TV3.
El “tutor” televisivo de Albà, Toni Soler, creador de la productora Minoria Absoluta, percibió 7.125 euros en 2017 por intervenir en programas. Una cifra irrisoria si se compara con los encargos que su productora ha recibido desde 2015 y que superan en su conjunto los 18 millones de euros.
Los pagos de la CCMA a la productora de Toni Soler Minoria Absoluta
En estricto terreno de la tertulia, el filósofo y aspirante a presidir el prestigioso Ateneu barcelonés, Bernat Dedéu, ha cobrado 13.595 euros en dos años por intervenir en debates, así como en el programa Estat de Gràcia de Catalunya Ràdio. En su caso, el activismo le ha jugado una mala pasada pues la dirección de la emisora ha decidido no renovarle el contrato. “Pronto tendréis la radio federalista que quieren Jordi Amat y Albert Rivera”, escribió en Twitter.
El editor y profesor de periodismo en la Universitat Ramon Lull Eduard Voltas, otro asiduo de las tertulias, ha cobrado 16.460 euros en tres años. Asimismo, el periodista Ernesto Ekaizer se ha llevado 10.125 euros solo en 2017. Ramon Cotarelo ha cobrado 8.600 euros en dos años y Beatriz Talegón, 1.625 euros por intervenir este año en Tot es Mou. Estos tres últimos son profesionales españoles que se sumaron al procés para arremeter contra el Gobierno español del PP.
Los medios públicos catalanes también proporcionan una salida digna y retribuciones extra a exdirigentes políticos. El exconsejero socialista Joaquim Nadal ha cobrado un total de 26.740 euros en tres años por intervenir en tertulias, mientras que el expresidente del Parlament Ernest Benach ha recibido 23.700 euros.