Mascarell pide a Puigdemont que le libere de primarias para ser alcaldable por BCN
El exconsejero de Mas se presta a liderar una lista independentista pero sin unas elecciones primarias, como pidió también al PSC en 2010
11 septiembre, 2018 00:00Ferran Mascarell quiere ser alcalde de Barcelona. Y máxime cuando su adversario puede ser el exprimer ministro francés, Manuel Valls. Esa competencia le estimula. Pero hay un problema: no desea un proceso de primarias que le pueda desdibujar o erosionar. Y por ello ha pedido a Carles Puigdemont, en una visita reciente a Bélgica, que resuelva ese entuerto. Sin proceso de primarias, con la incorporación en la lista de dirigentes del PDeCAT e independientes como el aspirante Jordi Graupera, podría ser el candidato para ganar en las elecciones municipales.
El entorno de Carles Puigdemont apuesta por Mascarell, que ejerce ahora de delegado de la Generalitat en Madrid. Se considera que es el candidato idóneo para influir en diferentes sectores, desde su conocimiento de la ciudad y con su ascendente –todavía- en ámbitos culturales que pueden ser decisivos para decantar la balanza en las elecciones. Sin embargo, el compromiso es que se decida el candidato en un proceso de primarias, con la presión que ejerce para ello buena parte del mundo independentista.
La candidata Munté
Es la ANC la más interesada en ese proceso, después de que algunas figuras independentistas entraran de lleno en esa petición, como el periodista Jordi Graupera, que insiste en movilizar y provocar un proceso que obligue a los partidos a unirse y a decantarse por unas primarias que designen a un candidato a la alcaldía de Barcelona.
El PDeCAT se avanzó a esa jugada con la elección, en primarias, de Neus Munté. Mascarell ha respetado ese nombre, pero ha eludido en sus diferentes declaraciones públicas apostar por ella como candidata o asumir su inclusión como número dos en una lista independentista en la que no quiere estar Esquerra Republicana.
El precedente con el PSC
Según fuentes conocedoras de ese encuentro de Mascarell con Puigdemont, la pasada semana en Bruselas, el exconsejero en el Gobierno de Artur Mas insistió en su candidatura, pero sin ese proceso de primarias.
Eso no es nuevo en el caso de Mascarell. Justo antes de formar parte del gobierno de Mas, como consejero de Cultura, tras las elecciones autonómicas de noviembre de 2010, optaba a la elección como candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona. Los socialistas, sin embargo, iniciaron un proceso de primarias, que no era del agrado de Mascarell, quien aceptó la propuesta de Mas para participar en su gobierno, dejando al PSC en la estacada.
Esquerra, con su candidato
Mascarell no quería verse inmerso en una bronca que en aquel momento mantenía la dirección del PSC, con José Montilla al frente, con la federación socialista de Barcelona, que dirigía Carles Martí, y que defendía unas primarias si realmente se quería sustituir al alcalde Jordi Hereu como candidato por Barcelona. Ante la incertidumbre de unas primarias, Mascarell se fue con Mas.
Ahora, todo ese magma independentista deberá decidir qué fórmula es mejor para optar a la alcaldía por Barcelona. El objetivo es diáfano: si se apuesta por la república catalana, Barcelona es decisiva, como apunta el presidente Quim Torra en sus últimas intervenciones públicas. Puigdemont lo sabe, pero debe transigir ahora sobre esas primarias, mientras Esquerra Republicana insiste en quedarse fuera del proceso, y apuesta por su candidato Alfred Bosch.