El ex primer ministro francés, Manuel Valls (c), en la presentación del libro 'Anatomía del procés' en Barcelona / CG

El ex primer ministro francés, Manuel Valls (c), en la presentación del libro 'Anatomía del procés' en Barcelona / CG

Política

Manuel Valls: “La elección es entre democracia o populismo”

El exprimer ministro francés defiende una España unida con el poder cultural de ciudades como Barcelona, Bilbao o Málaga en la presentación del libro 'Anatomía del procés'

7 septiembre, 2018 00:00

Manuel Valls está en Barcelona. No ha anunciado su candidatura a la alcaldía de la capital catalana, pero todos los medios franceses siguen ya sus pasos. “¿Cuándo piensa decidirlo?, ¿cómo lo hará?”, le preguntan en francés. Valls no responde, sonríe, sigue firme hacia el auditorio de la Casa del Libro, dispuesto, eso sí, a lanzar mensajes claros aprovechando la presentación del libro Anatomía del procés (Debate), que él mismo ha prologado, con la coordinación del historiador Joaquim Coll y el politólogo Manuel Arias Maldonado, bajo la batuta del editor Miguel Aguilar. “La elección que tenemos delante, en Cataluña y en toda Europa es entre democracia o populismo, entre separación de poderes o un populismo que quiere acabar con los estados-nación, buscando un enemigo”, señala con contundencia.

En la tribuna, frente a un auditorio repleto, con la presencia de concejales de Ciudadanos, exdiputados del PP, como Juan Milián, o la portavoz del PSC en el Parlament, Eva Granados, o el exdiputado socialista Joan Ferran, figuras judiciales como la fiscal jefe Ana Magaldi, además de voces significativas de la izquierda federal, como Albert Solé, figuran otros autores de Anatomía del procés: el propio Joaquim Coll; el periodista y columnista de El País, Lluís Bassets, y la politóloga Astrid Barrio, moderados por Manel Manchón, director adjunto de Crónica Global.

La respuesta de Europa

Sin pistas todavía sobre la candidatura por Barcelona, Valls lanza una advertencia que cree que ha quedado demasiado tiempo sin respuestas: “Lo que ha ocurrido en Cataluña, desde 2012, no es un asunto local, forma parte de un debate europeo, y los líderes europeos han tardado demasiado en dejar claro que no habría independencia, que no se puede romper un estado democrático. Y es que es fundamental lo que ocurra en Cataluña para el conjunto de Europa”.

Público en la presentación 'Anatomía del procés' en Barcelona / CG

Público en la presentación 'Anatomía del procés' en Barcelona / CG

Público en la presentación 'Anatomía del procés' en Barcelona / CG

En un momento de “miedos”, de dificultades para que los partidos políticos puedan mantener su poder de representatividad, el populismo aparece, a juicio del exprimer ministro francés, como una respuesta que señala enemigos.

Bicapitalidad

Anatomía del procés recoge en gran medida un seminario que tuvo lugar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en el mes de julio, con la participación del propio Valls y de Josep Borrell, el ministro de Exteriores del Gobierno español, que manifestaron que el problema de fondo en el conjunto de Europa, es el miedo a la globalización y a las corrientes migratorias y que ello ha provocado un nuevo auge de los nacionalismos. Borrell firma el epílogo del libro, en el que reclama que “los pontífices del patriotismo tengan un papel secundario” y se permita “que nuestros hijos vivan una vida plena y responsable en una Cataluña, una España y una Europa que miren con ambición su futuro en vez de refugiarse en los miedos y los mitos de su pasado”.

Los asistentes formularon sus preguntas, con la atenta mirada en Manuel Valls. En una de ellas se le preguntó por un posible programa político a la alcaldía de Barcelona en el que apostara por la bicapitalidad en España de Madrid y Barcelona. Valls, rápido, dejó claro que no iba a “caer en la trampa”, porque no quiere precipitar sus próximos pasos, pero señaló que uno de los problemas del independentismo, del nacionalismo catalán, es que, además de su “complejo de superioridad”, no admite su falta de reconocimiento de una España que ha podido articular un conjunto de ciudades “con una gran capacidad de atracción cultural, desde Bilbao, a Valencia, o Málaga, además de Madrid”. La pérdida, según Valls, de poder de atracción de Barcelona en el ámbito cultural es constante y ello se debería revertir cuanto antes.

Papel del catalanismo

Pero el debate dio para más aspectos. Joaquim Coll y Lluís Bassets entraron en matices sobre la posible respuesta del “catalanismo” frente al proyecto independentista. Mientras para Coll el catalanismo “se ha visto vampirizado” por el independentismo, y se ha confundido en él, para Bassets debe ser todavía un proyecto válido, que no deje, por ejemplo, la lengua catalana como algo propio y único del independentismo.

Manuel Valls, rodeado de cámaras, en la presentación del libro 'Anatomía del procés' en Barcelona / CG

Manuel Valls, rodeado de cámaras, en la presentación del libro 'Anatomía del procés' en Barcelona / CG

Manuel Valls, rodeado de cámaras, en la presentación del libro 'Anatomía del procés' en Barcelona / CG

Astrid Barrio incidió en que no habrá una solución posible en Cataluña hasta que finalice la batalla interna en el campo independentista. A juicio de Barrio, esa lucha sin cuartel entre CiU y ERC, ya desde el inicio del debate sobre el Estatut, es la clave de la actual situación. Esa lucha también se podría trasladar ahora, según Barrio, al campo constitucionalista entre Ciudadanos y el PP por la bandera española.

Por el mundo, en castellano

Valls, seguro de lo que quería decir, iba preparando el terreno. Defendió su catalanismo, la lengua catalana que siempre ha utilizado en sus relaciones familiares, interpretado como un instrumento “abierto al mundo”, con la idea clara de que los ciudadanos catalanes “tienen otra lengua para abrirse al mundo: el castellano”, y que deberían aprovecharlo para proyectarse internacionalmente.

Los periodistas franceses lo volvieron a intentar mientras Valls firmaba ejemplares de Anatomía del procés, con una larga cola de asistentes que aplaudieron todas sus palabras. “¿En qué momento, alguna decisión próxima?”. El exprimer ministro francés se dejaba fotografiar. No todavía. Por ahora, sigue enfrascado en su mensaje: “O democracia o populismo”.