El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este lunes que la solución al conflicto político en Cataluña pasa por la “ley y el diálogo”. Ha reivindicado el “autogobierno, la Constitución y Europa” como la receta de los socialistas a la “quiebra de la lealtad institucional” que ha propiciado media década de proceso independentista catalán.
“El independentismo debería hacer autocrítica”, ha manifestado en una entrevista en la cadena SER. Se refiere de este modo a la reivindicación de las voces más radicales del secesionismo que piden materializar el mandato del 1-O. Es decir, implementar la república catalana. “La democracia no es sólo meter una papeleta en una urna, es hacerlo con garantías”, ha relatado el jefe del Ejecutivo.
División de la sociedad
Sánchez recuerda que en el referéndum de hace un año “sólo participó el 43% del censo”, un porcentaje que contrasta con el 79% que se dio en las elecciones autonómicas de diciembre. Y fue Ciudadanos el partido más votado en esos comicios, aunque el bloque independentista (JxCat, ERC y CUP) obtuvo la mayoría absoluta.
Para el jefe del Gobierno estos resultados muestran tres realidades en Cataluña: “Que la sociedad está profundamente dividida; que está partida en dos bloques; y que la única forma de solucionar el conflicto es transcenderlos”. Ese es, según su relato, el gran objetivo que se ha fijado el Ejecutivo que lidera.
Estatuto de autonomía
El líder socialista ha hablado de una “solución a medio plazo” para “reconstruir la lealtad institucional que ha quedado quebrada” a lo largo del procés. Y este objetivo político concluirá en una votación, aunque “no puede ser de independencia o autodeterminación, debe ser sobre el fortalecimiento del autogobierno en Cataluña”. Es decir, para aprobar un nuevo Estatuto de Autonomía.
Explica que este escenario es el que “aglutina a la mayoría de la sociedad catalana”. Por lo que sí acepta la celebración de un referéndum como el que se le exige desde ERC, pero “por el autogobierno, no la autodeterminación”.
Comisiones bilaterales
“Se deben sentar las bases del diálogo institucional”, el que asegura que se persigue con las comisiones bilaterales que sus ministros han activado con las consejerías de la Generalitat de Quim Torra.
Tras siete años sin convocarse, estas comisiones abordan cuestiones como las mejoras en “infraestructuras” y se negocian cuestiones como las necesidades de financiación de la sanidad, la educación o “acabar con los recursos inconstitucionales que impulsó el Gobierno anterior y que enrarecen en buena medida la relación entre ambos gobiernos”. Es decir, las impugnaciones a varias leyes de corte social y ambiental que fueron anuladas por falta de competencias autonómicas.
Sánchez también ha recordado uno de los gestos que ya ha anunciado para visualizar su intención de abrir el diálogo y acercarse a Cataluña. “Acudiremos en Barcelona con un consejo de ministros que se celebrará entre octubre y noviembre”, ha señalado en antena.
Lazos amarillos
El presidente también ha mostrado su preocupación ante la división social que existe en Cataluña a raíz de los símbolos políticos en las calles, la pugna de los lazos amarillos. Cuestión que se abordará este jueves en la Junta de Seguridad que sentará en la misma mesa al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y a su homólogo en Cataluña, Miquel Buch. “El Gobierno es contrario a todos los símbolos que dividan y separan”, ha avanzado el presidente, “y ahora en sólo hay símbolos de una parte”.
“En Cataluña se necesitan menos gestos y más responsabilidad”, ha sentenciado. Sánchez reclama que también desde el Gobierno de la Generalitat se enfoque hacia un diálogo. En esta ocasión, con la “otra parte de Cataluña”, la que no es partidaria de la independencia y que no se tiene en cuenta en los objetivos políticos que se han avanzado en el otoño caliente que se perfila.
‘Otoño caliente’ de Torra
Quim Torra dará a conocer las líneas maestras de esta hoja de ruta este martes en un nuevo acto secesionista en el Teatro Nacional de Cataluña (TNC), el mismo escenario en el que Carles Puigdemont y Oriol Junqueras presentaron el referéndum del 1-O en el verano de 2017. El presidente del Gobierno ha explicado en antena que desconoce qué piensa anunciar el líder de la Generalitat, pero le pide responsabilidad. “Espero que acierte y que muestre compromiso para transcender la dinámica de bloques”, ha declarado.
“Cataluña debe hablar con Cataluña y acabar con el enfrentamiento entre catalanes”, ha relatado. “En el otoño de 2018 no se puede ahondar en las heridas de otoño de 2017, se deben curar”.
Independencia del poder judicial
Con todo, esta reivindicación del líder del PSOE no implicará modificar la estrategia política en el juicio que el magistrado del Tribual Supremo Pablo Llarena ultima sobre la celebración del 1-O. Ante la petición de ERC de que la Fiscalía General del Estado y la abogacía general replantee parte de las acusaciones a los líderes independentistas, Sánchez ha reivindicado la “autonomía del poder judicial”. “Está en la Constitución”.