Logotipo de la Organización de Trabajadoras Sexuales (OTRAS) / FACEBOOK

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Política

La Organización de Trabajadoras Sexuales pide la dimisión "en bloque" del Gobierno

El grupo OTRAS quiere “justicia” para el sector al que representa, que consideran “empobrecido y estigmatizado”

31 agosto, 2018 14:24

La Organización de Trabajadoras Sexuales (Otras) ha pedido la dimisión del Gobierno de Pedro Sánchez “en bloque” un día después de que la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, anunciara que anularía la inclusión de la organización en el BOE como institución sindical.

En la lectura de un comunicado que también han distribuido a través de las redes sociales, OTRAS ha definido como “justicia” la demanda de derechos laborales “para un sector empobrecido y estigmatizado” que llevan a cabo.

Contra el "odio visceral" del abolicionismo

El discurso de la organización en defensa de las trabajadoras sexuales se posiciona en contra de “feminismo abolicionista” alegando que esta posición esconda una “moralina” y un “odio visceral” en contra de las personas que se ganan la vida a través de prácticas relacionadas con el sexo.

Explica, además que el Gobierno ha preferido adoptar una “posición acomodada” ante un colectivo que se ha organizado “como personas adultas que somos, libre pensadoras y luchadoras”. Asimismo, acusan al Ejecutivo de “desconocer que el trabajo sexual es un trabajo reconocido por la OIT, por Amnistía Internacional, por Médicos del Mundo Internacional y por la ONU”.

Derechos laborales

El autodenominado Sindicato OTRAS defiende que las trabajadoras sexuales son “mujeres y hombres” que tienen un empleo como cualquier otra persona, “con la abismal diferencia de que para nosotras los derechos laborales se han convertido en una utopía”.  Algunas de sus reclamas, “impensables” en la actualidad, son las bajas por enfermedad o maternidad, vacaciones, jubilación e incluso un contrato legal.

Estas cuestiones son las que han esgrimido para defenderse ante las acusaciones que les posicionaban como una organización que apoya al empresariado del sexo cuando “justamente los sindicatos hacen todo lo contrario”.