Gascón: “El independentismo traspasó la línea roja, pero muy lentamente”
Gascón, autor de El golpe posmoderno, debate sobre la división social creada en Cataluña junto a Berta Bartet, Santiago Roncagliolo y Crónica Global
1 junio, 2018 12:58Interés, ganas de hablar, de saber qué nos ha ocurrido, y quién ha levantado las barreras para enrarecer la convivencia. Todo eso sucedió este jueves en la librería La Central, en la presentación del libro El golpe posmoderno, 15 lecciones para el futuro de la democracia, (Debate) de Daniel Gascón, periodista y filólogo, responsable de la edición española de la revista Letras Libres. Su diagnóstico es de cirujano, es de mirada atenta: “El independentismo traspasó la línea roja, pero muy lentamente, y con muchas protecciones para poder decir que no hizo nada, que casi todo fue producto de una broma, pero no lo fue”.
La reflexión la realiza junto a la politóloga Berta Bartet, y el escritor Santiago Roncagliolo, de origen peruano, quien reclama que no se vea la experiencia del independentismo en Cataluña como algo singular. “El relato, la construcción de un relato que sirva para justificar determinadas actuaciones, se intenta en todas partes, se busca en otros países, para beneficio de un determinado grupo dirigente, en la mayoría de ocasiones”.
Invasión del espacio público
Ese es el esquema de la discusión, con la librería llena de asistentes, atentos, que participan, y consideran que en Cataluña se ha demostrado ahora que “había dos comunidades, que, de repente, han visto que no estaban tan relacionadas como pensaban”. Con el libro en la mano, en el acto coorganizado por Crónica Global y la editorial Debate, el director adjunto del medio, Manel Manchón, señala que el independentismo sí ha cruzado esas líneas rojas con “la invasión de los espacios públicos, con las cruces amarillas en las playas, y habrá que llegar a algún acuerdo porque eso puede ser cada vez más peligro para la convivencia cívica”.
El libro expone esa primera idea, la de que todo pudo ser un intento de forzar una negociación, sin querer, realmente, un proceso independentista. Pero fue más una cobertura posterior, a juicio de Gascón, que analiza discursos, publicaciones, actos y leyes aprobadas por el Govern de Puigdemont. “Se trató más de una protección, de decir, bueno, no fue tan grave, no quisimos llegar a más, pero se quiso poner en pie un nuevo estado, sin entender, o menospreciando, el poder del Estado español”.
Santiago Roncagliolo, Manel Manchón, Daniel Gascón y Berta Bartet, en la presentación de El golpe posmoderno, en La Central
Berta Bartet asumió ese guante. “Yo podría decir que me doy con un canto en los dientes por lo que ha pasado, frente a lo que podía haber pasado. Porque hubo más gestualización que hechos, aunque hechos también los hubo”, en referencia a las leyes aprobadas en el pleno del Parlament, del 6 y 7 de septiembre de 2017, cuando se vulnera la Constitución y el Estatut.
Con la preocupación en los temas educativos, en el papel de las escuelas, Bartet incidió en que el supuesto “adoctrinamiento” se produce “más en casa que en los colegios, porque el papel de las familias es fundamental para adquirir determinadas posiciones”. Sin embargo, la joven politóloga no quiso cerrar ese capítulo. “Es evidente que si se quiere alcanzar un nuevo acuerdo, un nuevo consenso, no se podrá orillar la situación del sistema educativo, habrá que debatir sobre ello y llegar a nuevos pactos”.
Supremacismo
Manel Manchón insistió en esa necesidad de llegar a un punto de encuentro, que vio difícil, y que pasa por “compartir un diagnóstico”, por “entender lo mismo a partir de un mismo lenguaje”. Y reclamó empatía por ambos lados, teniendo en cuenta la necesidad de respetar la ley, y los procesos democráticos. “Para mucha gente el 1 de octubre, desde un punto de vista racional, no representa gran cosa, pero para una parte importante de la sociedad catalana es casi un momento primigenio, y eso, para poder llegar a acuerdos, se debe tener en cuenta”.
Roncagliolo incidió en que el movimiento independentista, diga lo que diga, peca de un “supremacismo”, que él mismo ha comprobado en su piel, como escritor latinoamericano, pero afincado en Barcelona desde hace muchos años. “Es muy evidente, que ese catalanismo independentista se ha considerado superior a lo español, confundiendo muchos términos, y que ha llegado a tachar a alguien de ‘facha’, pidiendo que se marchara de Cataluña por oponerse al independentismo, que es algo muy curioso, porque son los ‘fachas’ los que expulsaban a otros de los países”.
Asistentes en la librería La Central, en la presentación del libro El golpe posmoderno
Interés, preguntas y discusión, con el editor de Debate, Miguel Aguilar, serio y preocupado por conocer qué ocurrirá en los próximos años, cómo evolucionará la sociedad catalana y la sociedad barcelonesa, siempre abierta y cosmopolita. Entre el público, numerosos analistas, y seguidores de la política catalana, como Jordi Amat, Juan Arza, Pau Marí Klose, Joaquim Coll, Luis Torra, o Mercè Vilarrubias.