Los diputados de ERC Gabriel Rufián y Joan Tardà y el diputado de PDeCAT Carles Campuzano (d) en los pasillos del Congreso / EFE

Los diputados de ERC Gabriel Rufián y Joan Tardà y el diputado de PDeCAT Carles Campuzano (d) en los pasillos del Congreso / EFE

Política

La moción de censura aflora la desobediencia de ERC y PDeCAT a Torra

Los convergentes afirman que JxCAT “no manda en el Congreso”, mientras que los republicanos se desmarcan de la postura marginal de sus socios en el escenario español

29 mayo, 2018 00:00

“Junts per Catalunya no tiene grupo en el Congreso. Si van en serio, que hablen y razonen con nosotros y con ERC”. Con esa contundencia se expresan fuentes de PDeCAT ante la moción de censura que Pedro Sánchez ha presentado contra Mariano Rajoy y que se debatirá a partir del jueves. La desunión independentista es evidente. Y la lucha fratricida entre convergentes, también.

Por primera vez en mucho tiempo, los nuevos convergentes plantan cara al núcleo duro de Carles Puigdemont, que ahora arropa al presidente catalán Quim Torra. Que las relaciones entre la coordinadora de PDeCAT, Marta Pascal, y Puigdemont no eran buenas era algo sabido. De hecho, Pascal confesó esas desavenencias cuando declaró ante el juez sobre las ilegalidades derivadas en el procés.

Demasiadas renuncias

Pero la formación convergente hizo demasiadas renuncias en el escenario catalán, hasta el punto de admitir que ningún cargo orgánico del partido formara parte de la lista para las elecciones del 21D, encabezadas por Puigdemont y que solo integra alcaldes de PDeCAT. Pero la tensión política se produce ahora a nivel español y, en las próximas horas, se dirimirá una moción de censura en el Congreso de los Diputados donde es PDeCAT, y no Junts per Catalunya, “el que manda”, afirman esas fuentes, en referencia a las manifestaciones de miembros del club Puigdemont, contrarios a secundar una iniciativa de “quienes apoyaron los del 155” .

“La dirección del partido entiende que la moción de censura contra Rajoy es un paso hacia la higiene democrática, sacar al PP del Gobierno y abrir un nuevo escenario”, afirman en PDeCAT. “El problema lo tienen Ciudadanos, PP y PSOE. Si van en serio, que hablen y razonen con ERC y PDeCAT”, concluyen.

Compromiso electoral

Y si quedaba alguna duda, la senadora y coordinadora de los nuevos convergentes, Marta Pascal, fue clara. "Nos presentamos con el compromiso electoral de echar a Rajoy y queremos cumplirlo", dijo

ERC comparte con PDeCAT no solo la pugna con el pétreo núcleo de JxCAT, sino también la idea de que la moción de censura puede permitir un cambio de escenario a nivel español beneficioso para Cataluña. Lo ven como inversión de futuro, dado que los próximos meses pueden ser muy convulsos y, dada la provisionalidad/excepcionalidad del mandato de Torra, para los republicanos es necesario tender puentes con otras formaciones progresistas como los comunes e incluso el PSC. Si bien es cierto que ni PDeCAT ni ERC se resisten a dar un cheque en blanco a Sánchez y se dejan querer, lo cierto es que ambas formaciones independentistas comparten el rechazo a la unilateralidad y la marginalidad que pretende Junts per Catalunya. Su papel en el escenario español es testimonial, pues así lo impone su estrategia de confrontación y de alargar la agitación.  Y muy parecido al de la CUP, que ni siquiera se presentó a las elecciones generales.

Sin gobierno catalán

A día de hoy, nada se sabe del futuro gobierno catalán, ya que el presidente Quim Torra se limita a amenazar a Rajoy con una querella por prevaricación por negarse a publicar en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) los nombres de consejeros restituidos fugados o encarcelados, sin atreverse a desobedecer.

Torra (es decir, Puigdemont) tendrá la última palabra respecto a las posiciones que deben tomar ante la moción de censura. Pero ni PDeCAT ni ERC dan excesiva legitimidad al portavoz adjunto de JxCAT, Eduard Pujol y su absoluto desmarque de la moción de los socialistas.

Joan Tardà, diputado de ERC en el Congreso, reprocha a Pedro Sánchez su virulencia verbal contra Torra, a quien tildó de “xenófobo y racista”, y ayer esperaba que el líder socialista contactara con los republicanos y suavizara el tono de sus invectivas contra el presidente catalán.