Badia fuerza los primeros acuerdos por el desastre de Montjuïc

Primeros acuerdos por el desastre del cementerio de Montjuïc (Barcelona). El concejal de Presidencia, Agua y Energía, Eloi Badia, está persiguiendo literalmente a las familias afectadas por el derrumbe de 144 nichos en septiembre de 2017 para pactar con el ayuntamiento y evitar tener que pagar cuantiosas indemnizaciones.

Según han explicado afectados por el hundimiento del bloque de sepulturas, el equipo de Badia y de Cementiris de Barcelona (CBSA) han alcanzado acuerdos con las familias cuyos parientes ya han podido ser identificados. El edil y la empresa municipal dejan por escrito que "restituirán el estado inicial" de los nichos que se vinieron abajo. No obstante, también hacen firmar una cláusula en la que las familias "se comprometen a no reclamar por vía alguna a Cementiris de Barcelona, a su personal y a ningún otro tercero, y a mantenerlos indemnes frente a la hipotética reclamación de cualquier otro interesado".

Se cubre las espaldas

Con este documento, que técnicos municipales han llegado a llevar personalmente a casas y trabajos de los afectados, el ejecutivo de Ada Colau en Barcelona y la empresa local de camposantos se cubren las espaldas. "Parecía que tenían mucho interés en que firmáramos", explica uno de los entrevistados por este medio, que prefiere no revelar su nombre.

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Extracto del acuerdo de Cementiris de Barcelona con las familias afectadas por el derrumbe de Montjuïc / CG

Dicho ahínco puede explicarse por el hecho de que 14 de los 144 titulares de las tumbas que cedieron el 15 de septiembre de 2017 sopesan interponer una demanda por daños y perjuicios contra la sociedad que comanda Jordi Valmaña. Dicha acción legal llegará tras la identificación de los restos cadavéricos, tarea que aún no ha sido completada. De momento, a Cementiris no le consta ninguna acción judicial. Y a preguntas de este medio, sólo admite acuerdos con familias, que son "personales y confidenciales".

"Sin resultado hasta octubre"

Mientras, se conoce que los trabajos de identificación de los restos mortales de las 350 personas inhumadas en el bloque de nichos que se derrumbó el pasado año se demorarán hasta octubre. Así lo sostiene Eva Mañoso, una de las familiares que aún no ha firmado pacto alguno con el ayuntamiento y Cementiris. "Primero, deberán exhumar a nuestros familiares, en una tarea que durará unas tres semanas. Después, las pruebas de ADN tardarán otros dos meses en dar resultado. No tendremos respuesta positiva hasta septiembre u octubre", ha explicado.

Ello no será óbice para que las familias que buscan demandar al ayuntamiento por daños morales se desmoralicen. "Es evidente que, además de la angustia que supuso tener a nuestros familiares mezclados, y el trajín de arreglar papeles, hubo un impacto que hay que cuantificar. Pero ello no se hará hasta su debido momento. Lo primero es saber que podemos enterrar a nuestros parientes fallecidos, y que sus cuerpos son los correctos", ha remachado Mañoso.