Ferran Mascarell, exconsejero de Cultura con Artur Mas y exdelegado del Govern en Madrid. Exsocialista. Consejero áulico de Mas, y mano derecha en el diseño del proceso soberanista. Intelectual. Editor. Y aspirante siempre a la alcaldía de Barcelona.
Mascarell quiere ser alcalde, con todo el bagaje acumulado y la mochila maragallista. Para ello ha preparado una conferencia que dará a conocer en el Ateneu barcelonés el 22 de mayo, que dará pie a un manifiesto con el título de El ideal de una ciudad posible. Y con toda la intención, dejando en el aire su posible candidatura, la conferencia marca un nuevo paso para rehacer todo el mapa político en la ciudad, a la espera de lo que decidan el ex primer ministro francés Manuel Valls y el bloque independentista que pretende liderar Jordi Graupera. Su nuevo objetivo, según las fuentes consultadas, está claro: liderar un Junts per Barcelona, el “artefacto” político que impulsó Carles Puigdemont, en el que el PDeCAT sólo será una pieza más.
Mascarell nunca se ha ido de la primera línea política. Mantiene, desde antes del inicio del proceso soberanista, que el catalanismo debía rehacer sus postulados y reivindicar un estado, para poder, precisamente, desarrollar toda la potencialidad de Cataluña visto que el estado del que ha formado parte, el español, no le servía.
Candidato de Junts per BCN
Esa es su posición, y con ella puso en pie una argamasa teórica que Artur Mas hizo suya. De hecho, Mas lo fichó como consejero de Cultura en su primer Govern, tras las elecciones de 2010, justo cuando Mascarell negociaba su candidatura a las primarias para la alcaldía de Barcelona por el PSC. Lo dejó todo y se fue con Mas ante la perplejidad absoluta de los socialistas catalanes, que lo consideraron un “traidor”.
Ahora ha querido esperar a que corriera la lista en el Parlament, para poder aspirar a ser el candidato a la Generalitat. Artur Mas se lo propuso a Puigdemont, pero se ha quedado en agua de borrajas. Fue candidato de Junts per Catalunya por Barcelona, pero se quedó fuera del Parlament, al ser elegidos solo los primeros 17 nombres. La opción es Barcelona, para liderar un Junts per Barcelona, que es la fórmula que se irá repitiendo en todas las candidaturas municipales.
Frente a Manuel Valls
Mascarell ha ido preparando su movimiento, con varios colaboradores. Uno de ellos, Xavier Muñoz, secretario de la junta directiva del Ateneu, presentará su manifiesto el 22 de mayo. En los últimos dos meses, se le ha visto en el Ateneu. El PDeCAT, que ha vislumbrado esa posibilidad, aceleró el proceso de presentación de candidatos para las primarias, y ya han dado el paso Neus Munté y Carles Agustí, pero Mascarell aspira a liderar una candidatura transversal en la que el PDeCAT será una parte de esa lista.
En el campo independentista, por tanto, se abren muchas incógnitas, porque el periodista y filósofo Jordi Graupera aspira a provocar unas primarias de todo el independentismo, que vaya a las elecciones con una sola candidatura. Falta saber qué hará Esquerra Republicana, que ya ha elegido a Alfred Bosch como candidato.
¿Le llamará Artadi?
En el otro lado, la irrupción de Manuel Valls ha generado expectativas, con la intención de Ciudadanos de que sea su candidato junto con una plataforma cívica transversal. Y la actual alcaldesa, Ada Colau, busca cómo mantener un espacio propio, con los comuns, mientras que el socialista Jaume Collboni trata de mantener su perfil, contando con apoyos de la sociedad civil.
Mascarell, el hombre de Mas desde el inicio del proceso soberanista, quiere ahora rematar su carrera política. Nunca se ha ido. Siempre quiso ser alcalde. A no ser que, con el nuevo Govern de la Generalitat, encabezado por Elsa Artadi, alguien le llame.