El independentismo ‘vende’ a la CUP una multiconsulta estilo Colau
Tras dos meses de bloqueo y cinco de aplicación del 155, Junts per Catalunya y ERC proponen otro referéndum –el tercero en cuatro años-- como proyecto estrella
9 marzo, 2018 00:00Si el procés fuera un videojuego --y en ocasiones lo parece--, los independentistas acaban de retroceder varias pantallas. Junts per Catalunya y ERC alardearon ayer de ese processisme al hacer público, en plena jornada de huelga feminista, su propuesta de acuerdo de investidura, que incluye como proyecto estrella una multiconsulta. Se trata, según el documento de 45 páginas enviado a los antisistema, de someter a votación “cada uno de los elementos fundamentales de los debates realizados” durante el proceso constituyente de la futura “república catalana”.
Es el tercer proceso de participación que proponen los secesionistas en cuatro años. La consulta sobre la independencia de Cataluña del 9 de noviembre de 2014, fruto del pacto entre CiU y ERC –entonces daba apoyo al Govern desde fuera– se saldó con el juicio y condena del expresidente Artur Mas y los exconsejeros Francesc Homs, Joana Ortega e Irene Rigau. Al año siguiente, Junts pel Sí (CDC y ERC) se presentaron a las elecciones con un programa de transición nacional que debía implementar los resultados del 9N favorables a la ruptura.
La CUP marca el paso
La CUP pidió la cabeza de Mas y arrancó de su sucesor, Carles Puigdemont, un compromiso de referéndum que no estaba previsto. Esta nueva votación tuvo lugar el pasado 1 de octubre y también ha derivado en responsabilidades penales para sus organizadores.
Sea por ganar tiempo, sea porque la declaración unilateral de independencia (DUI) aprobada en octubre de 2017 fue “un engaño” –Mas dixit--, lo cierto es que los secesionistas vuelven a recurrir a una multiconsulta como vía de escape. Se trata de una fórmula que no es nueva, pues tiene a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, como gran valedora. Aunque este método democrático de toma de decisiones le está ocasionando bastantes quebraderos de cabeza a Colau, a la que acusan de supuesto fraude en la recogida de firmas.
Un gobierno "desde el exilio"
Por lo demás, el documento enviado a la CUP contiene las consabidas críticas al artículo 155 y a las cargas policiales del 1 de octubre. Y pone negro sobre blanco las tres vías de construcción republicana: las instituciones de la Generalitat (Parlament y Govern), el Espai Lliure de l’exili (Asamblea de Representantes, Consejo y Presidencia del Consejo) y ciudadanía catalana (autoorganización colectiva).
El Espai Lliure de l’exili, nombre que parece sacado de una asamblea cupaire, es el gobierno en la sombra que Puigdemont quiere presidir desde Bruselas. Pero fuentes independentistas admiten que no tiene mucho sentido hacer un gran debate ciudadano sobre cómo debe ser la Cataluña del futuro desde 2.500 kilómetros de distancia.