[Examen a TV3] Iceta o la concordia
La cadena monta una encerrota a Carrizosa y Terribas saca pecho por el premio Muriel Casals, otorgado por Òmnium Cultural
14 diciembre, 2017 21:00Gran indignación en la nostra ante la despiadada actitud de la Junta Electoral Central con Mònica Terribas, dos de cuyos editoriales radiofónicos han sido considerados por dicho estamento sesgados y parciales a favor del procesismo. ¿Terribas parcial y sesgada? ¡Pero si es la viva imagen de la ecuanimidad y del periodismo veraz y objetivo! ¡Cuánta razón tiene el profesor Cotarelo, ese sabio contemporáneo, cuando afirma que vivimos en una continuación de la dictadora franquista disfrazada de democracia!
Menos mal que al Síndic de Greuges, Rafael Ribó, le faltó tiempo para salir en defensa de Terribas, pues ya se sabe que estos grandes representantes de la gauche caviar, cuando alcanzan la edad provecta, se sienten impelidos a darles la razón en todo a los nacionalistas, sobre todo si su cargo (y su sueldo, y sus viajecitos) depende de ellos. Para desagraviar a la pobre Mònica, los servicios informativos de TV3 y Catalunya Ràdio recibieron el miércoles un prestigioso galardón: nada menos que el premio Muriel Casals, que otorga Òmnium Cultural.
Animada por Ribó y sus amigos de Òmnium, Terribas ha sacado pecho y, citando a Cyrano de Bergerac, ha declarado ante el micrófono que ella no piensa tragarse sapos para desayunar. En fin, a ver si la empapelan. En caso afirmativo, Òmnium ya debe tener preparada una manifestación.
Toni Albà, en escena
La presentadora de Tarda oberta, Ruth Jiménez, le montó una encerrona a Carlos Carrizosa, de Ciudadanos. Le llamó por teléfono y lo puso en comunicación con Toni Albà, cosa que no fue muy del agrado del político, ya que Albà acababa de tildar de “mala puta” a Inés Arrimadas en uno de sus ingeniosos y sutiles tuits. Albà insistió en que la Inés de su coplilla no es Arrimadas, y amenazó a Carrizosa con demandarle por calumnias. Carrizosa les acabó colgando el teléfono, lo que permitió a sus interlocutores ponerle verde a continuación. Todo un ejemplo de periodismo del bueno, sí, señor.
Por la noche, Vicent Sancis recibió a Iceta, y esta vez prescindió del tono displicente otorgado a Riera y Domènech para ejercer de dedo acusador del independentismo contra el candidato socialista, pese al ánimo angelical de éste, que ya ha pedido el indulto para Puigdemont y su pandilla si los acaban empurando (Puchi se lo ha agradecido pidiéndole su dimisión después de las elecciones).
La próxima: Arrimadas
Iceta se esfuerza en ir de buen chico, de aspirante a la concordia y la armonía entre todos los catalanes, pero Sanchis le recuerda que se manifestó junto al PP y Ciudadanos, como si eso fuera un pecado mortal, y me lo trata, en el fondo, de catalán renegado que se hace fotos con los malos. No se dejó ni un tópico indepe. Iceta resistió como pudo y hasta prometió no hacer presidenta a Arrimadas de ninguna de las maneras, pero recibió un trato severo por su apoyo al 155 y su escasa disposición a la independencia de Cataluña.
Me quedé con ganas de ver la bronca que se llevará la próxima invitada de Sanchis, Inés Arrimadas. Es de temer que, dadas las buenas expectativas que le ofrecen las encuestas, Sanchis se vea obligado, por el bien de la patria, a incrementar el tono desabrido del interrogatorio que ya pudo intuir el candidato socialista pese a sus constantes llamadas a la concordia.