Es la Operación Caracol para colapsar las carreteras catalanas hoy miércoles, 8 de noviembre. Los independentistas golpearán temprano por la mañana, a las 5:30 horas en algunos casos, y en vías transitadas para intentar "parar la economía" en su huelga sin apenas apoyo sindical.
El segundo paro de país del secesionismo tratará de camuflar que sólo el minúsculo Intersindical-CSC lo convoca con cortes salvajes de carretera en la hora punta de desplazamientos a los centros de trabajo.
No obstante, los Mossos d'Esquadra prometen emplearse a fondo esta vez. Un portavoz de la policía autonómica ha advertido a este medio que el dispositivo será el "habitual en los días de grandes concentraciones de gente, con las prioridades de garantizar la seguridad pública y la movilidad".
Cortes de carreteras
Esto último no se debería dar por asegurado. La Operación Caracol conlleva una doble estrategia. La llevarán a cabo los llamados comités de defensa de la república (CDR), una suerte de red vinculada a la CUP de 200 grupos que, en forma de milicia civil, actúan como fuerza de choque del independentismo en la calle.
La primera pata del plan para la huelga sin sindicatos del miércoles 8 es concentrarse en las paellas o caracoladas ciudadanas a las 5:30 horas de la mañana. Estos almuerzos disfrazan, en realidad, marchas hacia las vías más transitadas, incluso a la frontera con Francia y a las conexiones rodadas con el resto de España, para bloquearlas.
En nodos de comunicación como Manresa (Barcelona), por ejemplo, la cita es en dos lugares de la ciudad: en la plaza Reforma, muy cerca del Eix Transversal, que une las provincias de Lleida y Girona, y en la Plaza Catalunya, a escasos metros de las estaciones de Renfe y Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) y no lejos de la C16 o la C55.
"Siete puntos"
En el resto de la región, los CDR de la Cataluña rural, donde el independentismo goza de mayor apoyo, se concentrarán en siete puntos clave, según se apuntó en la última asamblea de coordinación, celebrada el sábado en Manlleu (Barcelona).
Apoyados por Bomberos de la Generalitat y Agentes Rurales con órdenes de acudir de paisano, los secesionistas buscan hacer impracticable el tráfico rodado de carretera por la autonomía para disimular el escaso apoyo al paro de país en los polígonos y oficinas.
Lo harán en dos turnos: uno de mañana temprano y otro más tardío, que prolongue los cortes hasta la hora punta de tarde, cuando se incrementa el tráfico por el regreso de los trabajadores a sus domicilios.
Además, y si consiguen burlar una más que probable acción policial, en algunos casos, como en el de los CDR situados más cerca de la frontera con Francia, la consigna es llevar sacos de dormir y esterillas para organizar posibles acampadas en la carretera.
ANC y Òmnium, al margen
Cualquiera que sea la estrategia, los ciudadanos que busquen las siglas de la ANC y Òmnium en la movilización salvaje no los encontrarán.
No es casual: las dos entidades sólo llaman oficialmente a concentrarse al mediodía ante las sedes territoriales de la Generalitat y a las 18:00 horas ante los ayuntamientos.
Esta convocatoria difusa busca distanciarse de una cadena de protestas que serán polémicas y, posiblemente, delictivas.