A juicio por incitar la pitada al himno en la final de la Copa del Rey

La pitada al himno de España puede salirle cara a Santiago Espot, el presidente de Catalunya Acció e impulsor de los silbidos en la final de la Copa del Rey de 2015. El magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha propuesto juzgarlo por esos hechos, ocurridos en el Camp Nou el 30 de mayo del citado año en el Barça-Athletic y ante la presencia de Felipe VI.

Andreu considera en su resolución que las actuaciones investigadas “ofrecen méritos suficientes para exigir responsabilidad criminal” a Espot, según informa el partido VOX, denunciante. La fiscalía lo acusa de dos delitos de injurias al rey y de ultraje a España.

Espot: "Causa politizada"

En su comparecencia ante el juez del 14 de noviembre, Espot se acogió a su derecho de no declarar al tratarse de una “causa politizada” y que vulnera su derecho a la libertad de expresión. Sí dijo que, independientemente de su intervención, “la pitada hubiese sido absolutamente igual” y recordó que en 2012 y 2009 hubo otras.

Catalunya Acció fue una de las organizaciones independentistas que repartieron 10.000 silbatos entre los asistentes a la final para instigar la participación en la pitada, convocada a favor de la independencia y en contra de lo que consideraban símbolos españoles opuestos a Cataluña.

Archivadas

Antes de llamarle a declarar, Andreu había archivado la denuncia que dio lugar a la apertura a esta causa, interpuesta por VOX y Manos Limpias, argumentando que la fiscalía no vio delito en otra pitada al himno en 2009 en la final de la Copa del Rey en Mestalla (Valencia) y en presencia del Jefe del Estado.

La fiscalía se opuso a que se le diera carpetazo a este asunto alegando que, si bien se trataba de hechos “muy similares”, no eran de “absolutamente idénticas características”, por lo que pidió la práctica de más diligencias, entre ellas la toma de declaración a Espot, al que ahora Andreu propone juzgar.

A juicio de la fiscalía, Espot tenía un “deliberado y firme propósito de menospreciar al Jefe del Estado y al himno por lo que ambos representan como símbolos para los sentimientos colectivos identificados con la nación española”.