La destitución de Margallo alivia al PP catalán
El Gobierno quiere intensificar su presencia en Cataluña en un año clave, pero la visión del exministro sobre el 'procés' torpedeaba la estrategia de los populares
16 noviembre, 2016 00:00Los próximos doce meses son decisivos para el proceso independentista. El Gobierno de Mariano Rajoy lo sabe y quiere intensificar su presencia en Cataluña para que quede claro, según explican a Crónica Global fuentes populares, que hay voluntad de diálogo, pero también de firmeza en la tesis de que esta comunidad es España. Cualquier titubeo en este sentido puede dinamitar la estrategia del nuevo Ejecutivo. Una estrategia que pasa por el cumplimiento estricto de la ley y que, según añaden, José Manuel García-Margallo, exministro de Exteriores, había relativizado en varias ocasiones, para desespero del PP catalán. “Siempre que venía a Cataluña, la liaba”, afirman esas fuentes.
Un verso libre
Margallo, un verso libre del anterior Gobierno del PP, se va del Ejecutivo como llegó: pidiendo menos judicialización y más gestos hacia los secesionistas. Una posición legítima, pero que descuadra el refuerzo ideológico que quiere imponer el equipo de Rajoy. A los populares catalanes no les ha extrañado que Margallo haya aireado sus diferencias con Soraya Sáenz de Santamaría, que las hay, pues cada vez que el exjefe de la diplomacia española se mostraba cómplice con la causa catalana desestabilizaba el blindaje jurídico de la vicepresidenta y su equipo de abogados del Estado.
Dicen que uno de los puntos álgidos de ese pulso se produjo en la campaña de las elecciones autonómicas de 2015, cuando Margallo elevó al líder de ERC, Oriol Junqueras, a la categoría de ministro al aceptar un debate en una televisión privada local. "Cosas así no se pueden repetir", advierten en el PP de Cataluña, que a la espera de celebrar su congreso --se prevé para finales de marzo-- ya lidera de facto Xavier García Albiol.
El objetivo de Moncloa es arropar al exalcalde de Badalona en la difícil plaza catalana. Y lo hará aumentando su presencia en Cataluña, por lo que en las próximas semanas no será raro ver actos institucionales del Gobierno en esta comunidad. ¿Provocación? "No, simplemente normalidad, que a lo mejor nos ha faltado en el pasado", indican desde el PPC.
Aspirante a presidente de España
Puede que el verdadero motivo del cese del locuaz Margallo fueran los rumores de que se había postulado como sustituto de Rajoy cuando la investidura estaba bloqueada. Dicen que el chisme llegó al propio líder del PP. Cierto o no, queda claro que la designación de otro exministro, Jorge Fernández --íntimo amigo de Rajoy--, como presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso, supone un bofetón para Margallo.
Pero más allá de ese duelo por el liderazgo, la destitución del político popular evita posibles deslealtades en el ámbito internacional, donde el Gobierno independentista catalán busca complicidades para su proyecto.