Puigdemont trata de quitarse de encima la tutela semanal de Artur Mas
Las visitas que el expresidente catalán realiza a su sucesor para “monitorizar” su gestión tensan las relaciones entre ambos dirigentes
4 octubre, 2016 00:00Carles Puigdemont está convencido de que ya no está en período de pruebas, por lo que no necesita ser tutelado por su predecesor, Artur Mas. Sin embargo, el expresidente catalán no se da por aludido y acude semanalmente al despacho de su delfín, en teoría para mantener un encuentro informal, pero el equipo del actual inquilino del Palau de la Generalitat considera que tanta visita supone una injerencia.
Los lunes por la mañana, Artur Mas acude a la Casa dels Canonges, dependencia oficial de Puigdemont. “Despacha y monitoriza, y eso es algo que comienza a irritar al presidente catalán”, explican a Crónica Global fuentes conocedoras de esos encuentros.
Control de los medios públicos
Hace ocho meses que Mas dio un paso al lado para desbloquear el veto de la CUP y designó, contra todo pronóstico, al exalcalde de Girona como su presidenciable. Pero a pesar de esa renuncia, Mas ha dado numerosas muestras de que no quiere pasar a las trincheras políticas. No solo se ungió a sí mismo presidente de la refundada Convergència, sino que quiere seguir manejando los hilos gubernamentales. Tal como ha informado esta publicación, Mas y Francesc Homs maniobran para hacerse con el control de los medios públicos catalanes o, lo que es lo mismo, de la propaganda secesionista, moviendo piezas en lugares estratégicos. Y lo ha hecho no solo para restar poder a ERC, sino a espaldas de Puigdemont y de la consejera de Presidencia, la también convergente Neus Munté.
En la última Diada, Artur Mas se reunió con un grupo de corresponsales extranjeros, en paralelo al encuentro oficial que ese mismo día mantuvo Puigdemont con periodistas internacionales en calidad de presidente.
Contraprogramación
La presión mediática del expresidente alcanzó su clímax este verano cuando, el mismo día y a la misma hora, Mas y Puigdemont fueron entrevistados en distintas televisiones, el primero en 8TV, la televisión del Conde de Godó, y el segundo en El Punt Avui TV junto al vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras.
La complicidad entre Puigdemont y Junqueras no pasa desapercibida para los miembros del Gobierno catalán. Y tampoco para Mas, quien acaba de ver como el exalcalde promete un referéndum unilateral en septiembre de 2017 en contra de su deseo.
Este es el clima que rodea los cónclaves semanales entre Mas y Puigdemont. Cónclaves que los asesores del presidente catalán quieren quitarse de encima y que tensan las relaciones entre su dircom, Pere Martí, y el director general de Comunicación del Govern, Jaume Clotet, muy identificado con el exlíder de Cataluña.