El presidente de la Generalidad, Artur Mas, durante el acto de inauguración de la conmemoración del tricentenario de 1714

El presidente de la Generalidad, Artur Mas, durante el acto de inauguración de la conmemoración del tricentenario de 1714

Política

El rector de la Universidad de Lérida denuncia la manipulación histórica del Tricentenario

"El oficio de historiador al servicio del poder, de cualquier poder, económico, social o político, tiene un gran peligro y puede servir no para la paz sino para la guerra, no para la conciliación, sino para el rencor".

16 abril, 2015 12:54

El historiador y rector de la Universidad de Lérida, Roberto Fernández Díaz, ha publicado un nuevo libro donde pone de relieve cómo la ideología nacionalista ha condicionado el relato de algunos historiadores a la hora de emitir un juicio ecuánime sobre la Guerra de Sucesión en Cataluña.

El libro se titula Cataluña y el absolutismo borbónico y, con motivo de su publicación, el rector ha concedido una entrevista en el diario Abc en la cual denuncia la manipulación historica que hay detrás de los actos del Tricentenario promovido por el Gobierno de la Generalidad.

"El Tricentenario no ha aportado nada"

El autor critica que el presidente autonómico se puso en manos de periodistas afines dando la espalda a los historiadores: "El Tricentenario no ha aportado nada nuevo a la ciencia histórica respecto a la Cataluña del XVIII. Ha sido un ejercicio de política llevado por periodistas, que yo no juzgo, pero desde el punto de vista de un historiador el Tricentenario no ha aportado nada".

El libro es una defensa del método científico a la hora de tratar la historia, dado que en los últimos tiempos, las publicaciones sobre los orígenes del independentismo catalán han sido constantes aprovechando su presencia en los informativos.

El Tricentenario, un ejercicio de "rencor"

Fernández Díaz prosigue con su tesis y avisa de que "el oficio de historiador al servicio del poder, de cualquier poder, económico, social o político, tiene un gran peligro y puede servir no para la paz sino para la guerra, no para la conciliación, sino para el rencor".

El rector también rompe una lanza a favor de los profesores de historia que cada día intentan enseñar mejor la historia de Cataluña y de España, pero añade que todavía falta por librar el "combate por la ecuanimidad" de los historiadores: "Es fundamental. El historiador no puede ser un elemento de adoctrinamiento de nadie. El historiador no juzga el pasado, el historiador se encarga de reflexionar para entender el pasado a partir de los hechos".

Cataluña perdió su régimen político, pero ganó en bienestar económico

El autor de Cataluña y el absolutismo borbónico trata de demostrar que pese a que la Cataluña del XVIII perdió su régimen político tradicional en la Guerra de Sucesión, al mismo tiempo "fue un siglo extraordinariamente bueno para ella".

Fernández Díaz afirma que se debió especialmente a tres cosas: "Primero, a un bonanza económica mundial. Segundo, a la iniciativa de la sociedad catalana. Y tercero, a que las clases dirigentes de esa sociedad dialogaron con el reformismo borbónico, que era absolutista, pero también reformista".

El rector Fernández hace referencia a una "visión victimista" basada en "la idea de permanente conflicto entre Cataluña y el Estado, situando la carga de la culpa en un ente coloquialmente llamado Madrid".

Explica su experiencia con la manipulación franquista

En el prólogo del libro, también explica su experiencia en la escuela durante el régimen dictatorial de Franco. El autor explica su experiencia en la asignatura de 'Formación del espítiru nacional' y como les explicaban una "mentira" sobre la historia de España. 

Con este ejemplo, el rector, finalmente, trata de explicar como la ideología dominante de cada época ha ido en contra de una explicación ecuánime y sujeta al método científico.