Política

"Que los sindicatos catalanes se hayan convertido en piezas marginales, pero altamente simbólicas del soberanismo, no refleja sólo la enorme perversión del Proceso, sino la confusión abisal en que se han sumido los que aún se llaman a sí mismos genuinos representantes de los trabajadores"

2 mayo, 2014 06:09

Arcadi Espada, escritor y periodista, en un artículo publicado este miércoles en El Mundo:

"[...] En la naturaleza sindical, con independencia de su carácter ideológico, hay una convicción internacionalista y una reivindicación de la unidad que es puramente ontológica. El sindicato es enemigo instintivo de la fragmentación. El sindicato considera, y con buen tino, que todo nacionalista es un esquirol. El sindicato adquiere su fuerza y su lugar en la historia a partir del concepto de ciudadanía. Y cuando este concepto se ve pervertido por la reivindicación identitaria, la obligación del sindicato es la denuncia y el rechazo. Que los sindicatos catalanes se hayan convertido en piezas marginales, pero altamente simbólicas del soberanismo, no refleja sólo la enorme perversión del Proceso, sino la confusión abisal en que se han sumido los que aún se llaman a sí mismos genuinos representantes de los trabajadores. Y añaden una prueba más, por si hicieran falta, a aquel tajante diagnóstico de Claude Chabrol, en aquella tremenda película,La ceremonia: 'Los pobres han dejado de tener interés'.

No hay mayor impugnación frontal de aquello que llamaban el sindicalismo de clase que el nacionalismo. Así lo vieron, heroicos, quienes una y otra vez se negaron a participar en las guerras patrióticas delsiglo XX. Yo comprendo que todo esto les pueda parecer hoy antiguo a estos sindicalistas catalanes tan enormemente plásticos. Pero yo les rogaría que a su vez consideraran igual y plenamente antiguas sus teorías derogatorias sobre la plusvalía y la desigualdad social. Y que, en consecuencia, adoptaran como lema de su casa aquel viejo refrán catalán, pobrets i alegrets, (pobres y burros en traducción recta y libre) que define de manera dura y exacta el lugar pésimo que ocupan en el mundo".