La portavoz de UPyD, Rosa Díez, durante su intervención

La portavoz de UPyD, Rosa Díez, durante su intervención

Política

ANC: "Es normal que aspiremos a controlar las fronteras, los puertos y los aeropuertos"

Carme Forcadell reafirma su pulso al Gobierno, a Mas y al mundo: "¿Qué tipo de estado independiente seríamos si controlase otro país nuestras fronteras?". Advierte de que "si no se puede hacer [el referéndum secesionista], lo que no se podrá es aguantar el Gobierno [autonómico] hasta 2016. Estamos convencidos. Porque la presión popular será importante. En la ANC no estamos para aguantar hasta 2016". 

14 abril, 2014 10:42

La presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Carme Forcadell, desgrana sin pudores el perfil de la entidad que dirige y la magnitud de su estrategia política en su particular carrera hacia la indepenciencia de Cataluña. En esta ocasión, y haciéndose genuinamente eco de la historia de España, apela al "pronunciamiento", que dice "pacífico y democrático", para ya después "empezar a negociar" con el Gobierno.

"En Escocia harán el referéndum y, cuando lo tengan todo atado, declararán la independencia porque lo tienen pactado. Nosotros al revés, porque si no el Gobierno español no empezará a negociar", aclara en una entrevista para El Mundo, tras razonar que su hoja de ruta no es propiamente una hoja de ruta porque "quien decide es el Gobierno [autonómico] de Cataluña".

"Presionamos al Gobierno y a los partidos", continúa Forcadell, "porque entendemos que son los que tienen la legitimidad democrática para hacerlo posible. Nosotros, no", reconoce, pero advierte al mismo tiempo de que "estaremos presionando a los políticos continuamente para que hagan lo que nosotros creemos". Esto es, "no dejaremos que olviden la declaración de soberanía", y esto último vale tanto para los diputados autonómicos como para los alcaldes.

"Somos catalanes, y nuestra constitución es el Estatuto"

Al hilo de su discurso, quizás no cause sorpresa que declare cosas como que la Constitución, "como cualquier otra [ley], debe estar al servicio de lo que quiere la mayoría de españoles". Menos trivial es que lo adorne con afirmaciones del tipo "pero nosotros somos catalanes, y nuestra constitución es el Estatuto [de Autonomía de Cataluña]".

Puesto que la realidad jurídica es, en verdad, muy otra, Forcadell se conforma por ahora con diseñar "una propuesta" dirigida al Parlamento autonómico "para que Cataluña sea un Estado libre y soberano". Pero insiste: "El pueblo catalán es soberano. El Parlamento [autonómico] aprobó una declaración de soberanía con 85 votos a favor y 41 en contra". 

Es ese parlamento -el mismo que, según la presidenta de la ANC, está dotado de una "legitimidad" también propia de los catalanes por oposición a la del Congreso- quien debe aplicar la efectiva hoja de ruta -declaración unilateral de independencia en Sant Jordi de 2015- de este colectivo de unos 34.000 asociados. Forcadell dixit: "Cuando el Parlamento [autonómico] haga el pronunciamiento, se debe empezar a negociar. No creo que el Gobierno empiece a negociar antes, por tanto debe ser a partir de aquel momento. Cuando vea que es una realidad".

 "En la ANC no estamos para aguantar hasta 2016"

La declaración unilateral de independencia supondría para la ANC un "inicio". Con ello "estás proclamando al mundo que quieres ser un Estado y que comienzas el período de negociación", valora su presidenta. Y es tan firme su determinación que ha vuelto a advertir al presidente de la Generalidad, Artur Mas, que "no se podrá aguantar el Gobierno [autonómico] hasta 2016", una opción que este procura mantener en pie con escaso éxito -y con peores argumentos- entre las filas independentistas.

La ANC, "asociación que trabaja de forma pacífica", reitera Forcadell, defiende entonces, como parte esencial de su hoja de ruta, que "si no fuera posible la consulta, habría unas elecciones plebiscitarias que comportarían, evidentemente, una declaración de independencia". "Estas son las vías, no hay otras", insiste.

Y Forcadell sigue fijando doctrina:

"Si no se puede hacer, lo que no se podrá es aguantar el Gobierno [autonómico] hasta 2016. Estamos convencidos. Porque la presión popular será importante. En la ANC no estamos para aguantar hasta 2016. [...] La inmensa mayoría la quiere [la independencia] por dignidad y porque ve que llamas y al otro lado no responde nadie".

Tampoco los alcaldes quedarán exentos de la "presión popular". "Los alcaldes también deben ser protagonistas de este proceso", avisa la presidenta de la ANC, "tenemos que hacer presión a todos los cargos, también a los alcaldes y concejales. Igual que se presiona al Parlamento [autonómico]", apunta Forcadell, aunque, de nuevo, elude asumir responsabilidades por ello y sostiene que el objetivo de esas presiones "lo tiene que pedir el Gobierno [autonómico], nosotros sólo queremos que se involucren en el proceso".

Hoja de ruta

"Si aspiramos a tener un Estado independiente, es normal que aspiremos a controlar las fronteras, los puertos y los aeropuertos. ¿Qué tipo de estado independiente seríamos si controlase otro país nuestras fronteras?". He aquí una nueva confirmación de sus "propuestas", que endulza una vez más con el epíteto redentor "pero las debe controlar el Estado catalán. Nosotros nunca pretendíamos controlar ni ocupar absolutamente nada".

Puesto que, con todo, la ANC contempla "todos los escenarios", entre las acciones de "desobediencia" que propugnan las hay del tipo "como las que se hicieron de no pagar los peajes, o la de liquidar los impuestos a la Agencia Tributaria Catalana". Porque, y esto se decía ya en su hoja de ruta, "habrá un momento en que la gente tendrá que hacer actos de desobediencia en este sentido".

La feliz conclusión de Forcadell desde que saltaran las alarmas por ese polémico "escenario insurreccional" planteado en la hoja de ruta de la ANC es que, aunque "no entendemos cómo se puede hablar de ilegalizar una asociación que trabaja de forma pacífica [...] es verdad que mucha gente se ha hecho socia a raíz de todo esto".