Política

La ANC elabora un manifiesto para mostrar a economistas y empresarios las bondades de un eventual Estado catalán

El texto toma como eje argumentativo principal el "elevado" déficit fiscal y el "injusto" reparto de los objetivos de déficit que, según se indica, "amenazan" al "Estado de bienestar y la cohesión social". Como antídoto y como garantía del modelo benestarista oponen la viabilidad de una Cataluña independiente.

4 marzo, 2014 11:17

La Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha puesto en circulación este lunes un manifiesto dirigido a "profesionales y académicos de la economía, las finanzas y la empresa" para recabar apoyos en este sector en su particular carrera hacia la hipotética independencia de Cataluña.

El texto, que ha sido presentado en la Bolsa de Barcelona, toma como eje argumentativo principal el "elevado" déficit fiscal y el "injusto" reparto de los objetivos de déficit que, según se indica, "amenazan" al "Estado de bienestar y la cohesión social". Como antídoto y como garantía del modelo benestarista oponen la viabilidad de un eventual "Estado catalán".

Después de que Fomento de Trabajo y la CEOE negaran su implicación en el proyecto secesionista que promueve el presidente de la Generalidad, Artur Mas, el Cercle Català de Negocis (CCN) se ha sumado a la entidad que dirige Carme Forcadell y ha suscrito un manifiesto en el que, entre otras cosas, se dice que "la política económica de los sucesivos gobiernos españoles ha fracasado" y se sostiene que la "transición" hacia un Estado independiente estaría "necesariamente en un marco tutelado por la Unión Europea".

La "transición tendría sus riesgos"

El padre material de este texto, el economista Miquel Puig, ha presidido un debate sobre "retos y oportunidades del nuevo Estado catalán" que ha contado con la participación de las catedráticas de Hacienda Pública de la Universidad de Barcelona Núria Bosch y Marta Espasa; el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) Josep Oliver; el director de la Agencia Tributaria de Cataluña, Lluís Franco; el secretario general de la patronal CECOT, David Garrofé; y los investigadores del Centro de Investigación en Economía Internacional (CREA) Jordi Galí y Jaume Ventura, entre otros.

Galí ha sido el encargado de visionar la política monetaria de ese eventual Estado catalán. Según él, el primer escenario estaría compuesto por "un sistema monetaria propio". "Necesitaríamos una transición que tendría sus riesgos", ha explicado, "todos los contratos deberían de redenominarse en la nueva moneda y las posibles expectativas de devaluación podrían llevar a una salida masiva de capitales", ha advertido.

El investigador de CREA ha reconocido que, finalmente, lo mejor sería permanecer en el euro. Pero no ha omitido recordar que, al menos durante "un periodo transitorio" -algunos apuntan que podrían pasar muchos años- Cataluña dejaría de ser miembro de la Unión Europea. Aún así, ha sugerido la posibilidad de alcanzar "acuerdos monetarios" como los que mantienen Andorra o San Marino, esto es, fuera del BCE pero con acceso directo a los mecanismos de liquidez.

Relación "tóxica" con el resto de España

El otro escenario es más variopinto todavía, pues consiste, según Galí, en permanecer en el euro de forma "unilateral", como Kosovo o Montenegro, de tal modo que, fuera ya del BCE y sin acceso directo a su liquidez, los bancos catalanes sí podrían al menos acceder a ella través de filiales.

Por su parte, el presidente del Círculo Catalán de Negocios, Albert Pont, tras declarar que la relación entre Cataluña y el resto de España en los últimos 30 años ha sido "tóxica", llegó a afirmar que la independencia "no tiene por qué" romper vínculos.

Su optimismo le hizo argumentar que la necesidad de embajadas y consulados del nuevo Estado catalán reactivarían el mercado inmobiliario catalán, que pasaría a tener una demanda de 400.000 metros cuadrados en inmuebles para estos fines.