CiU y PP evitan que el Ayuntamiento de Barcelona retire la medalla de oro a la Infanta Cristina

El Ayuntamiento de Barcelona ha rechazado este miércoles retirar la medalla de oro concedida a la Infanta Cristina en 1997 gracias a los votos en contra de CiU y PP, que no han secundado esta proposición de ICV-EUiA, respaldada únicamente por ERC. EL PSC, a su vez, se ha abstenido.

Catalunya Acció, colectivo que había liderado la demanda ciudadana que después ICV-EUiA elevó a la comisión, ha acusado a CiU de "embusteros", asegurando que a las 10:00 horas de este miércoles les habían garantizado su abstención. "Hoy la puta i la ramoneta se han puesto sus mejores galas para reaparecer en la sala Lluís Companys del Ayuntamiento de Barcelona", ha criticado el presidente de Catalunya Acció, Santiago Espot.

Los concejales Jordi Martí Galbis (CiU), Gabriel Colomé (PSC) y Àngels Esteller (PP) han justificado las posturas de sus grupos alegando que la Infanta no ha sido condenada y que, como todos los ciudadanos, tiene derecho a la presunción de inocencia. Martí Galbis ha apostillado que "sería improcedente y procesalmente inadecuado iniciar una revocación cuando no hay una condena de esta persona", aunque ha sugerido que sí sería oportuno tramitarlo si el juez acaba concluyendo que cometió un delito.

"Flaco favor al republicanismo"

Desde el PP han acusado a ICV-EUiA de dejarse guiar por el populismo al haber llevado este punto a la comisión y en el PSC han considerado que los ecosocialistas "han hecho un flaco favor al republicanismo" al presentar esta proposición cuando ni siquiera hay una sentencia condenatoria.

Colomé ha insistido en que "las medallas se dan y se quitan por unanimidad" y ha emplazada a ICV-EUiA a "volver a hablar cuando haya una sentencia". CiU asimismo ha reiterado que "no creemos que la iniciativa se haya presentado en el momento en que debía presentarse; el momento procesal es inadecuado".

Por su parte, Ricard Gomà (ICV-EUiA), ha lamentado la decisión tanto de CiU y PP como de PSC, aduciendo que es necesario un gesto de este tipo ante "el descrédito galopante y la pérdida acelerada de apoyo ciudadano" de la monarquía.