Política

"Lo específico de la propuesta que están presentando muchos federalistas, tanto en Cataluña como en el resto de España, es que, lejos de rehuir el momento de la decisión, lo colocan en un punto muy preciso: no al principio, sino al final de un proceso de profunda reforma constitucional, precisamente porque trabajan para que dicha decisión tenga el máximo contenido político"

4 noviembre, 2013 18:05

Manuel Cruz, catedrático de Filosofía Contemporánea en la Universidad de Barcelona y presidente de Federalistes d'Esquerres, en un artículo publicado este lunes en El País:

"[...] En este momento, en que se hace incontrovertible la evidencia de que tanto Cataluña como España son plurales y que en ningún caso la disyuntiva entre blanco y negro da cuenta de dicha pluralidad, ¿cuál es la respuesta del oficialismo catalán? Un confuso juicio de intenciones que atribuye a cualquier propuesta diferente de la suya, por más que marque distancias con lo que representa el PP, la secreta voluntad de defender el statu quo (como si los soberanistas fueran guerrilleros de Sendero Luminoso, o cosa parecida), o de querer silenciar a la ciudadanía. Cuando lo que diferencia realmente las posiciones no es la democracia, sino el modo en el que se la entiende. Así, lo específico de la propuesta que están presentando muchos federalistas, tanto en Cataluña como en el resto de España, es que, lejos de rehuir el momento de la decisión, lo colocan en un punto muy preciso: no al principio, sino al final de un proceso de profunda reforma constitucional, precisamente porque trabajan para que dicha decisión tenga el máximo contenido político. De forma que se le pueda ofrecer a la ciudadanía una posibilidad real de optar entre alternativas cuyo contenido en ningún momento se le estaría ocultando.

Qué diferencia con un soberanismo que identifica la democracia con vacío decisionismo y que, tal vez precisamente por ello, aún no nos ha dicho qué piensa preguntar y, sobre todo, para qué reclama una respuesta afirmativa. ¿Quizá por temor a que no resultara muy atractivo para muchos catalanes esa fantasía que acaricia un sector del bloque soberanista de convertir a una Cataluña fuera de Europa en la Singapur del Mediterráneo? Por lo que respecta, en fin, a la moderación, no seré yo el que me deslice hacia un juicio de intenciones de signo contrario al suyo, pero por lo menos me reconocerán que no parece precisamente un prodigio de moderación un proyecto independentista que tiene como uno de sus ejes fundamentales convertir en extranjeros (Stéphan Dion dixit) a la mitad de los ciudadanos de este país. Sigamos hablando pero, por favor, no empujen".