Política

Mas quiere tener su propio banco

El proyecto para transformar el Instituto Catalán de Finanzas en un banco público dependiente de la Generalidad avanza. El Parlamento autonómico dio ayer un paso más en esta dirección. PP y Ciudadanos alertan de que se trata de otra "estructura de Estado" que forma parte del proyecto independentista de CiU y ERC, aunque la última palabra la tendrán las Cortes Generales.

10 octubre, 2013 11:59

El pleno del Parlamento autonómico ha dado vía libre, este miércoles, a seguir tramitando la proposición de ley elaborada por ERC que pretende llevar al Congreso una reforma del Instituto Catalán de Finanzas (ICF) para convertirlo, a todos los efectos, en un banco público dependiente de la Generalidad. Solo PP y Ciudadanos se han opuesto a la iniciativa.

El ICF ha venido centrándose desde 1985, año de su creación, en la concesión de préstamos, avales y entrada en sectores de capital de riesgo en empresas de innovación. También se ha utilizado para rescatar empresas.

La propuesta plantea la modificación de la legislación nacional que regula las entidades de crédito, de tal modo que incorpore al ICF y lo dote de la ficha bancaria correspondiente. De llevarse a cabo, la medida equipararía al ICF con el resto de entidades de crédito que operan en el mercado financiero, como los bancos, las cajas de ahorro, las cooperativas de crédito, los establecimientos financieros de crédito o el Instituto de Crédito Oficial (ICO).

En caso de que las Cortes Generales aprobaran tal modificación, el Parlamento autonómico debería reformar la legislación que regula el ICF para adaptarlo a la estructura propia de la banca pública. Mientras tanto, la proposición de ley seguirá tratándose en comisión, y tras ello regresará al pleno autonómico para que pueda discutirse y votarse antes de ser trasladada al Congreso.

¿Banco bueno... o estructuras de Estado?

La iniciativa, que se incluyó en el pacto de legislatura entre CiU y ERC, ha sido presentada por Pere Aragonès (ERC), y en el debate han participado Antoni Fernández Teixidó (CiU), Maurici Lucena (PSC), José Antonio Coto (PP), Josep Vendrell (ICV-EUiA), Jordi Cañas (C's) y Quim Arrufat (CUP).

Aragonès ha defendido el ICF como una "herramienta indispensable" para hacer llegar el crédito a las pequeñas y medianas empresas y reactivar la economía catalana. Ha valorado positivamente la actuación de esta entidad en el pasado, aunque ha defendido que "puede mejorar".

Para el diputado autonómico independentista, el futuro ICF no será un banco central catalán: "No se confundan las cosas, porque lo que proponemos es un ICO catalán y no sustituir al Banco de España". "Después de tanto tiempo hablando de hacer bancos malos", ha remarcado, "ya es hora de hacer un banco bueno".

De cualquier forma, tanto el PP como Ciudadanos han presentado enmiendas a la totalidad de la proposición de ley, y han alertado de que esta medida busca avanzar por el camino de las "estructuras de Estado". El diputado autonómico del PP José Antonio Coto ha asegurado que se trata de una "propuesta-trampa" que aspira a convertir al ICF en un "embrión del Banco Central Catalán". "Desde el PP queremos mostrar nuestro total compromiso con Europa, y no daremos apoyo a una propuesta que nos saca de España y del euro", ha añadido Coto.

El portavoz de Ciudadanos en el Parlamento autonómico, Jordi Cañas, no ha rechazado la creación de una herramienta que sirva para dinamizar el crédito, pero desconfía de que esa sea la verdadera finalidad de la propuesta: "Dicen que no quieren hacer un banco central, pero la realidad es profundamente inquietante". Según Cañas, este tipo de medidas pueden llevar a Cataluña "a salir de la eurozona, y tener que utilizar en su lugar como moneda unos Macià convertibles".

Ninguna de las enmiendas a la totalidad presentadas por PP y C'S fue tenida en cuenta. Con lo cual, la iniciativa ha superado el primer trámite con el apoyo del resto de grupos parlamentarios, y ahora continuará tramitándose en comisión.