Jordi Vera y Artur Mas

Jordi Vera y Artur Mas

Política

Disuelto el grupo municipal de CDC de Perpiñán

Su responsable, Jordi Vera, durante decenios militó en grupos considerados representativos del terrorismo independentista.

26 septiembre, 2013 23:48

Paralelamente al llamamiento de Artur Mas a montar más follón independentista por todas partes, en Perpiñán (Francia) se disolvía el grupo de CDC en su Ayuntamiento. Lo formaban sólo dos concejales, uno de ellos el inefable Jordi Vera, presidente de CDC de Cataluña Norte (CDCCN).

Al pelearse entre ellos, no podía haber, por pura lógica semántica, un grupo de un solo miembro. Por lo tanto, ha llegado un punto y final. Se ha acabado la época en que Mas se fotografiaba con Vera y otra concejala CDC.

La creación, en 2006, de una sucursal de CDC en Perpiñán ha sido, desde el primer día, una locura absoluta. Mas lo confió a Jordi Vera Arús, de sesenta años, hijo de Tarrasa y antiguo dirigente de organizaciones terroristas marxista-leninistas.

Terrorismo, marxismo-leninismo, Gordó y Duran i Lleida

Artur Mas designó supervisor de esta aventura, en el seno de la dirección de CDC, al entonces gerente de CDC y ahora, ay Dios mío, consejero de Justicia, Germà Gordó. Llegado a la Generalidad, en las funciones de Gordó, entonces secretario del consejo, figuraron insólitamente entre sus funciones las de supervisión de las actividades en Perpiñán. Desde el primer momento, Vera ha sido y es presidente de la sucursal perpiñanesa de CDC.

Puedo añadir que un colaborador directo del dirigente de UDC Duran i Lleida me informó con mucho detalle de que cuando empezó la operación de crear una CDCCN, centrada al cien por cien en Vera, el dirigente democristiano mandó una carta a Mas oponiéndose del todo. La fuente me dijo:

"Duran lo quiso manifestar por escrito para tener constancia, puesto que el tema le irritó mucho y creía que, como ha sucedido, Vera generaría todo tipo de desastres. Tenía razón".

El historial inagotable de Jordi Vera

Hay muy pocas personas en Cataluña con un historial tan, digamos, angustiante como el de Vera. Durante decenios militó en grupos considerados representativos del terrorismo independentista.

No he encontrado ninguna constancia de que Vera haya efectuado nunca ningún otro trabajo que el de ser militante extremista hasta  2006, en que, conservando otro tipo de extremismo, pasó a presidir la CDCCN.

Hay que recordar que se trató de un sector extremista por suerte muy pequeño, constituido por lo que en francés llaman partidos taxi, porque sus militantes pueden caber en un solo taxi.

La filigrana de un centenar de bombas

El pasado de Vera no es nada admirable. Fue dirigente del Front d'Alliberament Català (FAC) organización independentista y marxista leninista, creada en 1969.

En tres años, el FAC llevó a cabo un centenar de atentados. El primero fue en octubre de 1970 en la sede de Radio Nacional de España en Barcelona, en el Paseo de Gracia.

Posteriormente, Vera fue miembro de la organización también terrorista Terra Lliure y dirigente de la todavía más minúscula Terra Lliure IV Assemblea. El 8 diciembre de 1992 Vera fue detenido por la Guardia Civil, en funciones de policía judicial, a las órdenes del juez de la Audiencia Nacional Carlos Bueren. Fue asistido por el entonces abogado y después diputado de ERC Joan Ridao.

Mucho dinero de CDC en Perpiñán

En el marco de un auténtico vals de siglas, muy corriente en los partidos ultra, Vera militó también en ERC y en el Partit per la Independència, de Àngel Colom y Pilar Rahola.

Posteriormente creó en Perpiñán el Partit per Catalunya y el Bloc Català, que acordó ofrecerse a CDC para crear su sucursal en la Cataluña Norte. Vera pasó a encabezarlo. Y también a ser la cola, puesto que CDCCN también es un partido taxi.

Aun así, la CDC de Perpiñán y de Vera pasó a poseer una inmensa y céntrica sede, mucho mejor que las de grandes partidos franceses presentes en Perpiñán. Normalmente está vacía. Personas que conocen Vera afirman que también cambió el nivel de vida de este.

Reunión secreta en París

Además del carácter insólito de todo ello, Vera ha creado infinidad de conflictos en el seno del pequeño microcosmos, hasta entonces muy prudente, del catalanismo rosellonés, y no sólo en Perpiñán.

En diciembre de 2009, Vera llegó a acompañar a Artur Mas a París, a una reunión secreta (que yo revelé) de Mas con el secretario general del partido postgaullista UMP (Unión por un Movimiento Popular), Xavier Bertrand. Este era un colaborador directo del entonces presidente francés Nicolas Sarkozy. Bertrand no quiso que Vera ni estuviera presente en el encuentro, sino que se tuvo que esperar en otra planta. Los políticos franceses suelen estar bien informados.

Días después, hubo una conversación telefónica entre Bertrand y Mas. Este insistió respecto a incluir a Vera en una lista electoral local de la UMP. Cómo informé entonces, Bertrand le contestó que una persona como Vera no podía ser aceptada.

Ajetreos constantes de Vera

Durante años las animaladas de Vera han creado muchos ajetreos en la normalmente tranquilla Perpiñán. Escribí docenas de artículos sobre ello, muy en solitario. En dos ocasiones, Gordó, a quien no conocía ni conozco, me llamó diciéndome que fuéramos a comer porque quería hablarme del tema de CDC en Perpiñán.

Rehusé, diciéndole que me podía enviar una nota, lo que ya sabía que no haría. Gordó no había tenido presente que hace años que me afeito.

Hay que precisar que hoy Vera tampoco tiene ninguna simpatía entre los viejos dirigentes de ERC, como Carod-Rovira y otros. Le acusaron de haber dado información, con ocasión de su detención. Curiosamente no fue encarcelado. Algunos consideran que tiene buena relación con algún servicio del Estado francés. Publiqué hechos concretos.

Olivé, la delegada de la Generalidad en París

Vera habría entrado inicialmente en contacto con CDC gracias a otro personaje también inefable, Maryse Olivé Quintana, de 65 años. Fue directora de la Casa de la Generalidad de Cataluña en Perpiñán y, desde septiembre de 2012, es delegada del Gobierno de la Generalidad en París. Exhibe un currículum que, en el mejor de los casos, está más vacío que un globo. En el pasado revelé falsedades. suyas No eran errores de transcripción.

Particularmente, Vera generó unas pésimas relaciones con el antiguo senador y antiguo alcalde de Perpiñán Joan Pau Alduy, aunque este efectuó una intensa política en favor de la lengua catalana.

Alduy es ahora presidente de la conurbación de Perpiñán, un equivalente a nuestra área metropolitana. Alduy mandó una carta a un partido con el que estaba coaligado afirmando que nunca admitiría a Vera.

Vera, idas a derecha y a izquierda

No hay ninguna duda de que la biografía y las actitudes continuas de Jordi Vera son perfectamente conocidas por los organismos correspondientes del Estado francés. O sea que Mas se puede considerar servido, por decirlo coloquialmente y con mucha ironía. Vaya, que pensando en cómo obra CDC en Perpiñán no veo que Francia se pirre por la imposible continuidad en la Unión Europa de una Cataluña segregada.

Respecto a la ciudad de Perpiñán, en 2009 Vera fue elegido concejal en una lista oficial y conjunta del Partido Socialista francés y del Partido Comunista francés, contra Alduy y la UMP. O sea que no viene de aquí: aventurismo en estado puro. Quería algún poder, como fuera, con la total aprobación de Gordó y de Artur Mas.

Hay testimonios escalofriantes sobre Vera, como los expuestos por Oriol Malló en el libro De las armas a las urnas (La Esfera de los Libros, Barcelona, 2005).

Treinta mil euros por candidato

Era claro que Vera se quería meter en alguna lista, porque cuando CDC concurrió sola a unas elecciones locales no llegó ni al uno por ciento de los votos. CDCCN ofreció treinta mil euros al partido francés que aceptara un candidato en su lista, además de poner su inmensa sede a su disposición. No venía de un duro ni de un euro.

Hace muy poco, Vera pactó un principio de acuerdo con el actual alcalde de la UMP de Perpiñán para estar presente en su lista en las próximas municipales. Puede perfectamente pasar de los socialistas y comunistas a la derecha.

Esto ha provocado la ruptura de su grupo municipal, de sólo dos concejales, así como otro numero de circo de Vera.

La Casa de la Generalidad, olla de grillos

En efecto, Vera acusó públicamente al partido fascistizante francés Frente Nacional (FN) de tener relación con el ataque del último 11 de septiembre al centro cultural de la Generalidad en Madrid. Podía haber dicho cualquier otra cosa. En todo caso, un dirigente local del FN dijo públicamente a Vera: "Yo no he colocado bombas. Yo no he sido terrorista".

Colateralmente, hay un desbarajuste inmenso en la Casa de la Generalidad en Perpiñán, que siempre ha sido una olla de grillos. Vera también manda.

Ha habido despidos, un presunto suicidio fallido, parece que por acoso, con ambulancia, bomberos y policía, y todo lo que se quiera.

Silencio y misterio

En cambio en Cataluña nadie informa de nada. Lo que estuve publicando durante años no tuvo nunca ningún eco, a pesar de acreditar el aventurismo y la irresponsabilidad de Artur Mas y de CDC.

Sólo en una ocasión, en época del tripartito, el dirigente socialista Miquel Iceta reprodujo tres artículos míos sobre aquel tema, publicados en Diari de Girona. "No consigo -escribía Iceta- aclarar qué demonios lleva a cabo Artur Mas en Perpiñán". Añadía que sus actos "demuestran un gran desorden, encabezado por quien pretende presidir la Generalidad". En efecto, todo era premonitorio.

Ahora Mas ya es presidente y, lógicamente el desbarajuste se ha incrementado. Continúa siendo incomprensible, además de caro, aunque no se sepa el coste, si bien todas las fuentes perpiñanesas consultadas dicen que Vera vive mucho mejor que nunca antes. Ahora también tiene que vivir mejor el cuñado de Mas, que desde que este es presidente ha facturado un seis mil por ciento más que antes a la Generalidad. O tempora, o mores (qué tiempos, qué costumbres) escribió Cicerón en una de sus catilinarias.