Majestic: otro desaire a Messi

Teníamos a Messi y lo dejamos ir. No pasó en 2021, sino que ha vuelto a ocurrir en septiembre de 2025. En esta ocasión, con la aventura hotelera que la estrella y exdelantero del FC Barcelona lanzó desde Cataluña junto a Majestic Hotel Group: MiM.

El astro argentino confió en una cadena local, prestigiosa, para adentrarse en la industria hotelera, un segmento en el que otros deportistas --como Rafa Nadal con Zel-- ya han aportado valor. Durante ocho años, MiM ha funcionado como un reloj suizo. Es un proyecto rentable, elegante y que aporta turismo de nivel a los destinos nacionales.

Véase la última inauguración en Puerto Sotogrande. MiM plantó su bandera en un destino maduro para el lujo, y sin embargo ha logrado erigirse como mejor boutique de la zona.

Hasta ahora. La catalana ha sido incapaz de mantener el pacto, y en lugar de retirarse honrosamente, ha perpetrado una huida a la francesa en la que, además, culpa a la otra parte. Un desempeño inquietante por parte de una firma tan establecida --y tan barcelonesa-- como Majestic.

Cabría pedir decoro con los intereses empresariales del astro argentino. Messi podría llevarse su imperio a, pongamos, Singapur y, sin embargo, sigue en el perímetro de Barcelona, club que amó y ama. Crea riqueza y empleo aquí.

No obstante, a veces se paga al futbolista y empresario con mentalidad pequeña, incluso diminuta. No pago lo que quiero porque no puedo y, para más inri, maniobro por su espalda. No es un buen final para una colaboración empresarial de ocho años. Es un pésimo final para brindar a un gigante como Leo Messi.

El resultado factual es que se empujará a la hotelera de éste, que nace de su socimi, a pactar con otra hotelera que, quizá, no tiene el domicilio fiscal en Cataluña. La mentalitat petita ha desairado de nuevo a Leo Messi, y ahora el 10 es libre de buscar socios donde le plazca.

Una pena. Cabría preguntarse si en otras latitudes le habrían tratado así.