Y no porque lo haya elegido ERC. El doctor Ramon Canal, director del Servicio Catalán de Salud (CatSalut), aprovechó ayer un acto en Barcelona para lanzar recados a los partidos --todos-- sobre la necesidad de crear grandes consensos en sanidad que no estén sujetos a los vaivenes electorales. Que en Cataluña, más que en muchos otros lugares, son frecuentes.
Canal se mostró molesto, dolido incluso, porque la dinámica parlamentaria había obligado al Govern, de nuevo, a disolver el Parlament y convocar elecciones anticipadas. Con ello, se truncan todas las líneas de trabajo trazadas por la Consejería de Salud desde octubre de 2022.
Esta nueva legislatura ha durado menos de lo previsto. Y, a su conclusión, ha arrastrado todos los equipos y proyectos que preparaba la consejería. Pasa demasiado a menudo en Cataluña, y es en este punto donde el doctor Canal tiene razón: no hay bases mínimas en el sistema sanitario que los partidos --todos-- aguanten y defiendan. Él le llamó la obsolescencia programada del consejero de Salud.
Como en el resto de campos de la política catalana, las iniciativas de todos los Governs se van por el desagüe demasiado pronto. Sean del color político que sean. Un ejemplo: el Pacto Nacional de Salud, que se estaba tejiendo con --en teoría-- grandes consensos del sector, acaba interrumpido. No sabemos si el próximo conseller lo retomará, y tampoco sabemos si lo hará con el mismo espíritu, enfoque y participantes. En año y medio, ¿ha cambiado la sanidad catalana? No, lo que se ha movido es la dinámica electoral, pero las necesidades del sistema asistencial son las mismas. Antes de que sepamos si un conseller cualquiera --en este caso el doctor Manel Balcells de ERC-- tiene la receta apropiada para abordar los retos, iremos de nuevo a las urnas.
Así, van pasando Govern tras Govern, con sus abordajes, ideas y equipos, y los problemas se enquistan. Las listas de espera y la accesibilidad, la financiación de la sanidad concertada, la situación de la atención primaria, la recuperación de lo recortado en la década de los 2010, el debate sobre las titularidades y prestaciones o el intercambio de ideas --eterno-- sobre si sería positivo generalizar prescripción enfermera, por citar algunos de los que se mencionaron ayer en el diagnóstico del CTESC.
Por eso, Ramon Canal tiene razón. Como en otros campos de la política catalana, se imponen consensos en sanidad que, por ahora, no han llegado. Veremos si lo hacen tras el 12 de mayo.